Visitar Portobelo y ver congos caminado por las veredas te conecta con el pasado colonial, aquella época donde el sitio se convertía en centro del comercio en América. Cada celebración de tradiciones en el sitio nos transporta por momentos y de forma natural a un escenario propio de una película histórica con la ventaja que somos parte del elenco.
Somos betún amable
«Somos betún amable de clara poesía» escribió el compositor puertorriqueño Catalino «Curet» Alonso en la canción «Las caras lindas», en la misma estrofa dice más adelante «tienen su ritmo, tienen melodía». Eso es lo que veo cuando reviso las fotos del primer Desfile de la Pollera Congo en Portobelo realizado en al año 2012.
Las fotos que acompañan esta publicación las tomé en ese primer desfile que trata de recuperar las tradiciones del pueblo portobeleño y que datan de la época colonial con la llegada de africanos como esclavos. Triste pasaje histórico de muchas regiones en el mundo.
Como dijo Tite «tienen su ritmo, tienen melodía», herencia que se extendió por el país de frontera a frontera. El tambor de cuña que acompaña a los congos en su baile y el canto, es esa herencia que ahora es parte de nuestra identidad como panameño producto de la fusión cultural. Lo mismo se dio en casi todo el Caribe con sus respectivas variantes regionales.
Congos y conexión con el pasado
Vivir esas festividades se convierte no solo en una celebración, es también una experiencia histórica que refleja ese proceso de resistencia de un grupo humano que luchaba por dejar de ser esclavo, encontrando en el baile y sus personajes la forma de protestar y que luego se convirtió en perdida de vidas humanas.
La pollera se traduce en Panamá a folclore puro, siempre nos conectará con una región. En el caso de la pollera congo nos conectará con el Caribe panameño de la época colonial, con esa vivencia diaria de la mujer.
Los congos nos recuerdan la manera ingeniosa que encontró el esclavo de aliviar la carga de no ser libre. Tradiciones que se remontan a más de 400 años atrás y que debemos procurar que no se pierdan.
Estos y otros elementos forman nuestra identidad.