Yo soy de los que al ver tejas de cualquier casa de antaño me transporta a mi infancia y a mis aventuras cuando visitaba en vacaciones al barrio de San Antonio en Penonomé, provincia de Coclé.
Algo de ese buen recuerdo te traigo. Se trata de una foto de la casa de quincha donde vivió mi abuelo, fue construida en 1910.
Casas de antaño
Las paredes de la casa eran de una mezcla de barro y paja. Las vigas eran de madera y el techo de tejas sostenido por una rejilla de cañazas. La casa se construyó alta con el objetivo de que tuviera un altillo que nunca se llegó a construir. Se les conoce como casas de quincha.
Las ventanas que ves arriba nunca las vi cerrada, por dentro, aunque un poco húmeda, nunca se sentía calor. Me gustaba al despertar mirar hacia el techo, me relajaba ver como algunos rayos de luz entraban entre sus tejas.
Por las noches, la sombra de las ramas de los árboles al moverse daba un poquito de miedo, pero era parte de la aventura.
Tenía una gran sala donde corría una sabrosa brisa. Recuerdo que un tío acostumbraba a ir por las tardes a sentarse en una de sus antiguas sillas para aprovechar el aire fresco.
Mientras estuvo en pie mis tías cerraban la puerta colocando solo una piedra para evitar que el viento la abriera.
Son viejos recuerdos, pero de los buenos. Gracias al director del museo de Penonomé por compartir la foto.