Mil polleras y más folclore es la experiencia vivida en cada versión del Desfile de las Mil Polleras. Con el paso del tiempo se ha constituido en una de las expresiones folclóricas con mayor participación.
En lo personal es la oportunidad de captar imágenes que no solo muestran la belleza de la pollera panameña, también muestran diferentes aspectos de nuestro folclore, ese que nació producto de las costumbres colectivas en diferentes partes del interior del país.
Una experiencia para todos los sentidos
Una vez me preguntaron porque asistía cada año si siempre tomaría las mismas fotos, respondí que mi experiencia no solo se resume a tomar fotos, para mí es el momento de vivir con todos mis sentidos la esencia de ser istmeño.
La experiencia es un recorrido por la gastronomía, formas de vestir, artesanías y música, todo nuestro folclore en un solo lugar. Así que al tomar la cámara intento obtener imágenes que trasmitan esa experiencia, resumida en mil polleras y más folclore.
Un carnaval folclórico
Me comentaba una amiga, cuando tuvo su primera experiencia en el Desfile de las Mil Polleras, que parecía un carnaval, por la alegría con que se desarrolla la actividad. La diferencia es que todo lo que se ve y escucha son expresiones folclóricas.
Aunque si nos remontamos al pasado, así se vivía el carnaval, sin las enormes tarimas con música popular a todo volumen. El tamborito se tomaba las calles y el perfume formaba parte de la mojadera.
Lo mejor de todo es que se realiza en Las Tablas, uno de los escenarios más populares para los carnavales
Toda una experiencia
El tiempo se me hace corto, se convierte en toda una aventura por tratar de aprovechar el sol de la mejor manera posible. Todo un dilema si es muy fuerte y triste cuando noto que va disminuyendo, lo que me avisa que pronto terminará mi día dedicado al folclore.
Al final queda ese pequeño testimonio fotográfico como un homenaje a la participación animada de miles de panameños. Aquí te dejo algunas imágenes de aquella experiencia, mil polleras y más folclore.