Después de un recorrido en constante subida, llegué a la cima de una de las montañas de El Copé para encontrarme con el paisaje que ves en las foto.
Aunque no me fue fácil encontrar un claro para captar las imágenes, la agradable sorpresa fue encontrar una buena cantidad de vegetación. Al soplar la brisa y atravesar los árboles hacia un sonido muy parecido a las de corrientes agua en un río, daban ganas de pasarse un día completo en el lugar y tener ese contacto cercano con la naturaleza por un tiempo más prolongado.
La condición de la carretera es muy buena, la entrada está ubicada en Río Grande, en la vía Panamericana, después de pasar Penonomé.