Me encontré una procesión en el Casco Antiguo, por coincidencia, mientras realizaba una de mis caminatas habituales por la antigua ciudad rememorando aquellos años que por sus calles se sentía ese sabor de barrio que nunca podré olvidar.
Mientras le deba algunos consejos sobre fotografía a un amigo, que estrenaba una nueva cámara, escuché a lo lejos algo de música religiosa que avisaba que se acercaba uno de esos desfiles tradicionales que inmediatamente me remontan a mi infancia.
Sin demora saqué la cámara al observar que se acercaban y comencé a tomar algunas fotos mientras recordaba a mi abuela y los desfiles religiosos a los que me llevaba en el barrio del Marañón.
Costumbre impregnada por su fe y que sin duda quiso trasmitir a su nieto, aunque por mi edad todavía no estaba muy claro la razón de la caminata.
Procesión y turismo
Las procesiones o desfiles religiosos son una costumbre cristiana, en este caso católica, trasladada a nuestro país en los tiempos de la evangelización del istmo, son comunes en todo el territorio nacional y en muchos lugares del mundo.
La procesión que me encontré a la altura de la Plaza Bolivar era de la Virgen de La Merced, patrona de la iglesia Nuestra Señora de la Merced que se encuentra a la entrada de la antigua ciudad. La iglesia fue trasladada después de la destrucción de Panamá la Vieja.
Lo que pude notar fue la disminución de participantes, la antigua ciudad ha perdido la actividad de barrio que tuvo en la década del 70 del siglo pasado.
Lo que en un tiempo se constituyó espontáneamente como un barrio, ahora ya es centro turístico.
Sus viejas construcciones restauradas fueron el fondo ideal para hacer algunas fotos de una procesión en el Casco Antiguo, algo que siempre quise hacer desde que la fotografía se convirtió en unas de mis pasiones.
Recuerdo de la abuela
Los paraguas me remontaron a esos momentos en que caminaba de la mano de mi abuela por las calles del barrio en una procesión. La recuerdo abriendo su paraguas y yo preguntándome porque lo hacía, no estaba lloviendo, no era hasta cuando me llegaba algo de sombra que me daba cuenta de que era para protegerse del sol.
La procesión es una tradición religiosa que todavía se mantiene, aunque con menos asistentes, en el futuro se sabrá si sobrevivirá, si las nuevas generaciones seguirán adoptándola como expresión pública de su fe o no.
Estoy seguro que si viviste esa época como yo, te traerá buenos recuerdos algunas de las fotos, espero las disfrutes.