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  • Bolero Salsoso

    El género conocido como bolero es de origen cubano y fue desarrollado durante el siglo XIX. Para la década del 30 del siglo XX ya se había extendido su popularidad a otros países de la América Hispana.

    En este caso, quiero hacer referencia al bolero de los 70 e inicios de los 80. Después de sus mejores años, el bolero comenzó a decaer entre los fanáticos de la música. La salsa se había apoderado del Caribe y algunas de las nuevas estrellas de la salsa decidieron darle otra oportunidad al bolero.

    En ese proceso surgen el bolero son y el bolero salsa, que es el que yo llamo salsoso. Aunque se fundamentó en su origen con letras románticas, los arreglos se ajustaron a las orquestas propias del ambiente salsoso.

    La siguiente selección es de algunos boleros que gozaron de popularidad durante esa época. Aquellos que escuchaba en el barrio y que sigo disfrutando.

    Siempre que hago este tipo de publicaciones, siento que quedan canciones por fuera, pero tú puedes arreglarlo, incluyendo a esta lista las que te gustan.

    Si no viviste la época, es tu oportunidad de hacer un viaje musical al pasado; puede que, de repente, se conviertan en tus favoritas.

    La Gata Montesa

    Un bolero son, inspirado en una bailarina puertorriqueña. Compuesto por el puertorriqueño Israel Plata. La versión de Ismael Rivera fue publicada en su álbum: «Esto fue lo que trajo el barco» del año 1972 (53 años). Una sabrosa melodía que era obligatoria escuchar en nuestras reuniones allá en el barrio.

    Taboga

    La Dimensión Latina tomó del cancionero panameño la canción «Taboga» del compositor veragüense Ricardo Fábrega. La versión de La Dimensión Latina inicia con los versos cantados por Wladimir Lozano, para luego terminar con la descarga salsosa de Oscar D’ León. Un formato que la orquesta repitió en varias de sus canciones. Fue publicada en el año 1974 (51 años) en el álbum «Dimensión Latina ’75».

    Juguete

    Una composición del reconocido cantautor puertorriqueño Bobby Capó —Félix Roberto Manuel Rodríguez Capó—. En 1972 (53 años), Cheo Feliciano decidió publicar un álbum totalmente de boleros, que tituló «La voz sensual de Cheo». «Juguete» fue uno de los primeros boleros que me aprendí, aunque en ese momento no tenía la más remota idea de lo que significaban sus versos. Otra de las genialidades de Bobby Capó.

    Conversación en Tiempo de Bolero

    En 1982 (43 años) se produjo algo atemporal. Bobby Valentín invitó a grabar al reconocido bolerista Vicentico Valdés. Esta combinación produjo la interpretación del tema «Conversación en tiempo de bolero», compuesto por René Touzet. Cuando el ambiente ya no esperaba más boleros salsosos, apareció Bobby con un arreglo que, sin perder el estilo, incluyó cuerdas que le dieron el toque especial para acompañar la voz de Vicentico. El álbum se tituló «Vicentico Valdés y la Orquesta Bobby Valentín».

    Contéstame

    En 1977 (48 años), Oscar D’ León publicó el álbum «El Oscar De La Salsa». En esa producción aparece el tema «Contéstame», una composición del cubano Arsenio Rodríguez. Oscar acostumbraba incluir canciones de origen cubano en sus producciones; en esta ocasión, fue una sensacional versión del bolero sin cambios de ritmos.

    Amada Mía

    Una composición del puertorriqueño José Nogueras. Este bolero, interpretado por Cheo Feliciano, fue publicado en el sensacional álbum «Sentimiento tú…», de 1980 (45 años). Se convirtió en poco tiempo en un éxito. En esa época, Cheo nos puso a bailar y cantar bolero.

    Celo

    En el reconocido álbum «Fantasmas» de 1981 (44 años), Willie interpreta el bolero Celo. La producción se sale de lo que nos tenía acostumbrado Willie Colón. Su segundo álbum en solitario que no pasó desapercibido. Un bolero que también nos puso a cantar.

    Mi Triste Problema

    El álbum «Cheo» de Cheo Feliciano, publicado en 1971 (54 años), marca el retorno del reconocido intérprete al ambiente musical. Faltaba una canción para el álbum, y Cheo le pidió a Catalino Curet Alonso que le compusiera un bolero. Lo que menos se imaginó Cheo era que la canción describiría los duros momentos por los que había pasado.

    Emborráchame de Amor

    En su primer álbum en solitario titulado «La Voz» de 1975 (50 años), Héctor Lavoe incluye el bolero compuesto por el peruano Mario Cavagnaro, «Emborráchame de Amor». Un verdadero clásico de los boleros salsosos y un himno para los despechados de esa época.

    El bolero tuvo su espacio entre los mejores intérpretes de la época salsosa, una muestra de que la música es tan versátil que permite pedir prestados sonidos del pasado y transportarlos al presente. Siempre ha pasado y no tengo duda de que seguirá pasando.

    La música emociona, tiene la capacidad de trasladarnos en espacio y tiempo; espero que hayas disfrutado este viaje musical tanto como yo mientras lo escribía.

  • Tradiciones navideñas y de fin de año en Panamá

    Lo que más extraño del barrio donde nací, son las tradiciones navideñas y de fin de año. Cuando me tocó tomar mi equipaje y decir adiós a los lugares donde junto a los amigos compartí tantos momentos entrañables, fue imposible no recordar todos esos momentos vividos cuando pasé mi primera Navidad fuera del barrio.

    Fue entonces cuando me di cuenta de que, junto a amigos y familiares, habíamos compartido tradiciones durante tantos años que nos llenaban de alegría en las fiestas de fin de año.

    Les pregunté a mis amigos cuáles recordaban, con la intención de revivir esas tradiciones juntos, porque es algo que siempre extrañaré. Permíteme contarte algunas de ellas.

    El Nacimiento

    Desde que tengo uso de razón, siempre había un nacimiento o portal en casa antes de la Navidad. Las figuras y accesorios que representaban a Belén, iluminados con luces de colores, eran y siguen siendo un disfrute para mí. Sin duda, siempre ha sido el adorno navideño perfecto para la celebración. Mi mamá solía poner los regalos junto al nacimiento y me decía que el Niño Dios me los había traído.

    Los años pasaron y me tocó a mí poner el nacimiento. Lo hacía con un gusto tremendo, siempre intentando que cada vez quedara mejor. Cuando salí del barrio, fue lo primero que puse ese año, esa Navidad; a nuestra nueva casa no le podía faltar un nacimiento.

    Esa fascinación infantil por el nacimiento no ha cambiado; lo sigo disfrutando como si fuera un niño.

    La Misa del Gallo

    La Misa del Gallo era la del 24 de diciembre, iniciaba a las 11 de la noche y terminaba a medianoche. Era la antesala perfecta para iniciar la Navidad. Asistir y cantar en esa misa era una tradición que me hacía sentir la razón de la Navidad: el nacimiento de Jesús. Recuerdo, de niño, salir con alegría de la iglesia después de la misa y correr a casa para abrir los regalos que me había traído el Niño Dios.

    Cuando crecí, la misa ya no se celebraba a las 11 de la noche, pero seguía teniendo el mismo efecto emotivo de la Navidad. Ya no corría a abrir regalos como cuando era niño; ahora disfrutaba de compartir la celebración con mis amigos.

    La Posada

    Las posadas nos preparaban para la Navidad. Lo disfrutaba mucho de niño. Cantar villancicos y compartir esa alegría con la gente del barrio me resultaba divertido. Lo más importante es que me hacía sentir con intensidad la temporada navideña. Era una oportunidad de visitar todo el barrio con la buena noticia de que nacería el niño Jesús.

    El muñeco

    Un recuerdo inolvidable que tengo de niño es la quema de un muñeco en el patio del edificio para despedir el año viejo. Fue una tradición heredada que continuó por varias generaciones.

    Los vecinos jóvenes se reunían para construir el muñeco y luego pasaban por los pasillos recogiendo dinero para agregarle bombitas, de modo que explotaran al quemarlo y así darle un toque festivo.

    En medio de toda la quema, cuando el reloj marcaba las 12 de la medianoche, comenzaban las felicitaciones en el pasillo, donde se encontraban los vecinos que habían salido de sus casas para participar de la ceremonia de despedida.

    Vestir con ropa nueva

    Cuando crecí, mis intereses cambiaron. Vestir con ropa nueva se volvió esencial para Navidad y Año Nuevo. El proceso de comprar la ropa adecuada lo hacíamos en grupo. Salíamos de casa rumbo a los almacenes de la Avenida Central; era un ritual compartido. Algunos años incluso comprábamos un club de mercancías para ahorrar durante todo el año y poder estrenar en las fiestas.

    Lo comprado era lo que usábamos para asistir a la misa de Navidad y Año Nuevo. Después de cumplir con el ritual religioso, comenzábamos la celebración.

    La 22

    La 22, Avenida Justo Arosemena, se convertía en un campo de juego el 25 de diciembre. Las autoridades cerraban un tramo de la avenida para que los niños pudieran estrenar sus patines y bicicletas. Durante ese momento, los niños eran los dueños absolutos de la calle. Era un momento mágico, ya que el ambiente se llenaba de la alegría de los niños divirtiéndose.

    ¡Felicidades!

    Lo que más extraño era el proceso de felicitación para Navidad y Año Nuevo. A medianoche, comenzábamos en casa, felicitando primero a la familia, y luego visitábamos a amigos y conocidos. Todo el proceso podía tomarnos más de una hora. Visitábamos cada apartamento, compartiendo abrazos y felicitaciones. La mayoría de las veces nos ofrecían algo de comer y beber. Aunque nos veíamos regularmente, siempre nos recibían con gran entusiasmo.

    Todo el proceso era el resultado del cariño que sentíamos por esa familia extendida que llamamos amigos, quienes junto a sus familiares convertían nuestra felicitación en una gran fiesta. En resumen, de eso se tratan estas festividades: una celebración colectiva que nos une.

    Ahora, para las felicitaciones, usamos dispositivos electrónicos, pero nada se compara con la experiencia vivida en el barrio.

    La compra de las frutas

    Comprar frutas el 24 y 31 de diciembre se convirtió en una tradición. Esos días me levantaba temprano para evitar las largas filas y poder comprar las frutas con tranquilidad. Los ingredientes para la comida los comprábamos previamente.

    Aunque tomaba esa precaución para no tener que enfrentarme al tumulto de gente, para un amigo era todo lo contrario. Al mediodía se aparecía en casa, especialmente para que lo acompañara a comprar las frutas para su casa. Para él, la experiencia de formar la fila, el bullicio, ser víctimas de empujones y pelear con otros que intentaban adelantarse en la fila era lo mejor de la actividad.

    Siempre tuve la esperanza de que llegara temprano para comprar las frutas, pero nunca sucedió. Aunque acompañarlo a esa hora no era algo que me entusiasmara, siempre le hice compañía. Cuando nos mudamos del barrio, esa actividad se terminó. Te confieso que ahora la recuerdo con cariño.

    Ir al cine

    Ir al cine el 25 de diciembre era lo más esperado. Durante varios años, los distribuidores de películas estrenaban películas navideñas. Escogíamos la película y, en grupo, íbamos al cine. Eso sí, todos estrenando ropa. Hubo años en que el grupo era numeroso.

    La celebración

    Con el tiempo, las películas dieron paso a la celebración. Escogíamos una casa para la reunión y, poco a poco, iban llegando los amigos. Comprábamos refrescos y, antes de darnos cuenta, la fiesta estaba en pleno apogeo.

    No era algo planeado con anticipación, pero lo que sí era seguro es que celebraríamos juntos. De eso nunca tuvimos dudas.

    Con ese último pensamiento terminaré el escrito: nunca dudamos que celebraríamos juntos. No necesitábamos invitación ni llamar a nadie para encontrarnos; simplemente estábamos dispuestos a celebrar la Navidad y el Año Nuevo juntos, como esa gran familia que creamos en ese inolvidable barrio.

  • XLI Feria de la Naranja

    La versión XLI Feria de la Naranja continuó con la tradición de sus antecesoras, ofreciendo a los visitantes productos agrícolas y artesanías.

    Churuquita, en la provincia de Coclé, se engalana a finales de enero con su Feria de la Naranja. Son cinco días de actividad ferial donde los visitantes disfrutan de espectáculos en vivo y una gran cantidad de productos a la venta por productores y artesanos.

    Los Ranchos en XLI Feria de la Naranja

    Los ranchos son sin duda un atractivo, es una de las pocas ferias a nivel nacional que para los puntos de venta construyen ranchos.

    Sus curiosos diseños hacen que los visitantes no duden en sacar sus celulares y tomar fotos como recuerdo de la feria. 

    En cada visita, lo primero que hago es tomar fotos de los ranchos que más me llaman la atención. Algunos participantes han preferido agregar una especie de pequeña terraza a sus ranchos para que los visitantes puedan tomarse fotos.

    Los productos

    Los productos agrícolas están a la venta en casi todos los ranchos. Mandarinas, naranjas, pipas, plátanos y yucas, entre otros productos, es lo que podrás encontrar en la feria.

    Las artesanías complementan el catálogo de productos a la venta. Adornos hechos en piedra, vasijas tejidas, adornos en madera, instrumentos folclóricos, collares y pulseras, entre otras artesanías, son lo que comúnmente podrás encontrar.

    Tarima de espectáculos

    En la tarima de espectáculos se presentan, durante toda la feria, grupos folclóricos de diferentes regiones.

    Durante esta visita, pude observar en tarima a un grupo de diablos Cucuá, típicos de la región de Coclé, que han logrado recuperar esta tradición que data de la época colonial.

    Sus vestidos siguen hechos tradicionalmente a mano con corteza vegetal, lo que nos acerca a una de las tradiciones religiosas de hace más de 500 años.

    Visitar la Feria de la Naranja se ha convertido en una de mis tradiciones, desde hace más de 10 años, siempre esperando que me sorprendan los diseños de sus curiosos ranchos.

    Ya sabes, a finales de enero, nos vemos en Churuquita, en la Feria de la Naranja.

    Yanely Rodriguez Ruiz

    Reina de la XLI Feria de la Naranja (2024)

  • El regreso de las Mil Polleras

    El regreso de las Mil Polleras, después de la crisis por la pandemia, fue sin duda uno de los momentos más esperados para los que siempre han disfrutado de uno de los desfiles folclóricos más concurridos de cada año.

    El regreso de las Mil Polleras

    El entusiasmo por el regreso de las Mil Polleras era notorio. En la radio y en los canales televisivos locales, las menciones sobre el evento eran continuas. Algo parecido sucedía con mis amistades, que frecuentemente me preguntaban si ya estaba listo para el desfile folclórico.

    Ese entusiasmo también se notó en jóvenes que por primera vez decidieron preparar su equipaje, viajar hasta Las Tablas y vivir la experiencia en persona.

    En lo personal era el regreso a documentar lo que nos identifica como panameños. Una aventura que inicié hace más de 10 años y que tuve que interrumpir por un periodo de 3 años.

    Desfile de Las Mil Polleras

    El desfile inició puntualmente, la primera foto la tomé 3 minutos antes de que el reloj marcara la 1 de la tarde. Con el sol en su plenitud, inició el desfile, aunque un poco lento al principio, con el pasar de las horas la frecuencia de las delegaciones se normalizó.

    En una pausa que tomé para hidratarme, me encontré a personas que venían de Bocas del Toro; hicieron un viaje de 6 horas para no perderse uno de los primeros eventos folclóricos del año.

    Para las dos de la tarde ya la cantidad de espectadores había crecido y el desfile transcurría como todos los años, mucha música y mucha alegría.

    Un detalle a resaltar es la participación de gente joven, desde empolleradas hasta músicos, lo que asegura la permanencia de nuestras tradiciones.

    Las fotos que seleccioné para esta publicación muestran el ambiente en el Desfile de las Mil Polleras. La intención es que puedas transportarte por unos segundos a esos momentos vividos.

    Delegaciones de diferentes regiones, polleras de todo tipo, caballeros con atuendos típicos, músicos en acción y espectadores viajaron desde sus casas para disfrutar de un día dedicado al folclor.

    El Desfile de las Mil Polleras es un desfile folclórico que se realiza el segundo sábado de enero de cada año. En la actividad participan delegaciones de diferentes regiones del país, empresas privadas y entidades gubernamentales.

    Terminó el desfile y, de seguro, muchos ya, se estarán preparando para el del próximo año.

    Anímate y cuéntanos tu experiencia en el retorno de las Mil Polleras.

  • 3 canciones que pasaron del típico a la salsa

    Lo siguiente es una selección de 3 canciones que pasaron del típico a la salsa. Composiciones de panameños que se publicaron inicialmente en la música típica popular panameña, que luego se publicaron en el ritmo de salsa y que alcanzaron éxito internacional.

    En la década del 70 y 80, el Gran Combo de Puerto Rico realizaba frecuentemente conciertos en Panamá. La salsa era de uno de los géneros más gustados en el istmo y muchos de los grupos populares de la época tenían en Panamá a muchos de sus fanáticos.

    En esas visitas, El Gran Combo de Puerto Rico, llega a conocer mucho de la cultura panameña. Fueron 3 los éxitos de la música local que decidieron grabar y llegaron a popularizar internacionalmente con sus versiones en lo que conocemos como salsa y que algunos clasifican como género tropical. 

    Lista de canciones que pasaron del típico a la salsa

    1. Julia 

    Composición del ocueño Joaquín «Chin» Carrizo, grabada por primera vez por El Romántico del Acordeón, Dagoberto «Yin» Carrizo y que luego popularizara en arreglo de salsa El Gran Combo de Puerto Rico. Publicada en el álbum Por El Libro en el año 1972. En el cierre de la canción, Andy Montañez, intérprete de la canción, menciona 3 de los barrios populares de la Ciudad de Panamá: El Marañón, El Chorrillo y Río Abajo.

    Julia en la versión de Yin Carrizo junto a la voz inolvidable de Catita Escobar.

    Julia en la versión de El Gran Combo de Puerto Rico con la voz inconfundible de Andy Montañez.

    2. Regalo el Corazón

    Del compositor santeño Isaías Barrios, interpretado en típico por Osvaldo Ayala, que después publicara El Gran Combo de Puerto Rico en el álbum Unity del año 1980. Una canción de desamor que en el arreglo de Osvaldo Ayala abarcaba el sentimiento y lo bailable. En la grabación de El Gran Combo de Puerto Rico le tocó interpretar la canción a Jerry Rivas.

    Versión de Osvaldo Ayala con el acompañamiento sabroso de su acordeón.

    Versión del Gran Combo de Puerto Rico con la interpretación de Jerry Rivas.

    3. Compañera Mía

    Otra de las canciones que popularizó internacionalmente El Gran Combo de Puerto Rico y que compuso el procrieño Victorio Vergara Batista. La versión fue grabada por «El Tigre de la Candelaria», como también se le conocía a Victorio Vergara, y su grupo Los Plumas Negras en versión típica popular panameña. El Gran Combo de Puerto Rico la publicó en su álbum Unity del año 1980.

    Versión de Victorio Vergara y su grupo Los Plumas Negras, con la interpretación de Nenito Vergas.

    Versión del Gran Combo de Puerto Rico con la interpretación de Charlie Aponte.

    Del típico a la salsa, versiones bailables

    Las 3 canciones antes mencionadas son bailables en los dos géneros. La música típica popular panameña se inspira en nuestro folclore y lleva impregnada esa invitación a bailar.

    Por su parte, el Gran Combo de Puerto Rico se ha dedicado en toda su historia musical, desde su fundación en el año 1962, a ponernos a bailar con sus éxitos. Entre esos éxitos, 3 son de compositores panameños que primero se grabaron al estilo de la música popular panameña.

  • Cambios en el Casco Antiguo, 10 años después

    Los cambios en el Casco Antiguo ocurren frecuentemente, pero cuando se extienden en el tiempo, la comparación suele ser impresionante. Sigue leyendo y podrás apreciar esos cambios en imágenes.

    En el año 2012, luego del photowalk que te conté y que me permitió hacer el primer antes y después del Casco Antiguo, decidí hacer más fotos. En esa ocasión lo hice con la intención de crear un antes y después en un futuro. Recién había comprado un lente gran angular y con ese accesorio pude capturar las estructuras, a pesar de las angostas calles del Casco Antiguo.

    El objetivo fue tomar fotos de edificios en ruinas, deteriorados o  en proceso de restauración. La mayoría fueron de la Avenida A y las calles aledañas. En ese momento, había comenzado la restauración de las calles del Casco Antiguo, y el ambiente era como si le estuvieran realizando una cirugía, con las entrañas del barrio a la vista.

    Luego de haber pasado 10 años, salí a completar la misión. Hice el mismo recorrido un sábado en la mañana, y podrás notar que fue una jornada soleada. Te invito a acompañarme en este paseo.

    Galería de Cambios en el Casco Antiguo

    Playita de Santo Domingo


    Tomé esta foto desde la ribera de la playita de Santo Domingo. El acceso es desde la Calle 3a Oeste, conocida en la época colonial  como Calle de San Francisco. Es la única playa que queda en la ciudad.


    Avenida A y Calle 6a Oeste


    En la Avenida A es donde se puede apreciar la mayoría de los cambios. La foto es de la intersección con Calle 6a o Calle de Torralba en la época colonial. El edificio blanco es de estilo francés y, justo al lado, uno de estilo español colonial.


    Calle 8a Oeste


    La Cale 8a Oeste, nombrada Calle de San Blas en la colonia, ha sufrido cambios impresionantes. Solo una estructura que colinda con Avenida A espera atención. Es una de las calles que te recomiendo para que tomes un selfie en este histórico sitio. En la sala de mi casa tengo una versión de esta calle cuando el edificio de la Compañía de Jesús, a la izquierda, estaba en ruinas.


    Calle José de Obaldía


    La Calle José de Obaldía es otra que ha experimentado cambios importantes. Al fondo, se puede ver la Calle 8a Oeste. El edificio de la esquina alberga  la sede del Museo de la Mola.


    Avenida A y Calle San Blas


    En la Avenida A con la Calle San Blas (Calle 8a) se encuentra esta imponente edificación. Al lado se encuentra la Iglesia de San José. Me resultó un poco difícil hacer la toma con la cámara debido a la falta de espacio, así que tuve que recurrir al móvil.


    Avenida A


    Desde esta posición se pueden apreciar los cambios que se han producido después de 10 años en el Casco Antiguo. Tomé la foto parado en la Calle 6a Oeste.


    Avenida A, cerca de la Plaza Herrera


    Este tramo de la Avenida A está cerca de la Plaza Herrera. Es una ruta casi obligada para conseguir estacionamiento. Si has ido al Casco Antiguo estoy seguro de que has pasado por esta sección de la avenida.


    Calle Chiriquí Boquete


    Esta calle queda detrás de la Catedral Basílica Santa Maria la Antigua. La calle al fondo es la Calle 9a Este, una de las vías de acceso al Casco Antiguo. En esta calle, me gusta ver el balcón corrido de madera que evoca las casas de la Ciudad de Panamá Colonial.


    La historia se escribe con el tiempo. Diez años después completé un proyecto que inicié el miércoles 6 de junio de 2012 con la esperanza de ser testigo de esos cambios. Como lo he comentado antes, mis recuerdos del Casco Antiguo son del barrio popular por el que caminaba desde pequeño.

    Hoy, muchas de sus casas se visten de gala; son otros tiempos y ahora lo disfruto de otra manera.

    Si visitas el Casco Antiguo, te invito a hacer el mismo recorrido. En tu móvil, vuelve a esta publicación, dedícate a viajar en el tiempo y luego a contemplar los cambios.

    ¿Reconoces el Casco Antiguo en el año 2012? No olvides dejar tu comentario.

  • El primer desfile de las Mil Polleras en Las Tablas

    El primer desfile de las Mil Polleras en Las Tablas

    El primer Desfile de las Mil Polleras que se realizó en Las Tablas, provincia de los Santos, fue el 6 de noviembre de 2010 – hace 14 años-. Unos tres años antes se había realizado el último desfile en la Ciudad de Panamá. Sigue leyendo y te enterarás del «detrás de las cámaras» de esta aventura.

    Antecedente

    Este tipo de desfiles inició en la Ciudad de Panamá con el objetivo de resaltar, lo que se considera el vestido típico nacional, la pollera panameña. Mediante decreto ejecutivo del año 2004, se declaró oficialmente la realización del Desfile de las Mil Polleras, un evento que sería organizado para ese entonces por el Instituto Panameño de Turismo, hoy conocido como Autoridad de Turismo.

    El primer desfile se realizó el 29 de abril de 2004 con la participación de grupos folclóricos, carros alegóricos y cabalgatas. 

    La realización del desfile se interrumpió después del año 2007, cuando se realizó el último en la Ciudad de Panamá. Para este último, participaron expresiones folclóricas de todo tipo. Incluían a grupos originarios, diablos de diferentes provincias y delegaciones, que aunque no vestían de polleras, vestían con ropa tradicional del grupo que representaban. 

    Después de los años de pausa, anuncian que reanudarían el desfile, pero cambiando el escenario, el lugar seleccionado fue Las Tablas. Pueblo con mucha tradición folclórica y lugar donde se realiza, todos los años, el Festival Nacional de La Pollera.

    Los preparativos para asistir al primer Desfile de las Mil Polleras en Las Tablas

    Después de haber tomado muchas fotos relacionadas con nuestro folclore en el Desfile de Las Mil Polleras del año 2007, había quedado ilusionado con volver al siguiente año. La noticia de que sería aplazado para otra fecha, me dejó un poco desilusionado, pero con más ganas de un evento parecido. 

    Cuando por los medios de comunicación anunciaron la reanudación del desfile, quedé haciendo los preparativos para el viaje desde ese momento.

    Para ese año ya estaba estrenando mi segunda cámara digital, una Nikon, la primera cámara tipo DSLR que podía grabar video en la historia. Son de «esos piquetes» que accidentalmente me doy.

    No grabé ningún video por temor a quedar sin espacio en la tarjeta de memoria. Sí, ya sé, hubiera grabado un poquito, todavía no dejo de lamentarme.

    Mi centro de operaciones fue Antón, fue un fin de semana largo por fiestas patrias, así que estaría más cerca, no sería un viaje desde la Ciudad de Panamá.

    A eso de las 10 de la mañana del 6 de noviembre de 2010, ya estaba en Los Tablas, dispuesto a tomar fotos hasta que el cuerpo me lo permitiera.

    El primer desfile de las Mil Polleras en Las Tablas

    A las 12:02 p.m. tomé mi primera foto, estaba en el parque Belisario Porras, ansioso como niño que invitaron a pasear. Quería aprovechar y tomarle una foto a la histórica Iglesia de Santa Librada. El día estaba nublado, de repente se me ocurrió que si comenzaba mi aventura fotográfica, encomendándome a Dios, podría ayudarme con el clima. ¿Te estás riendo? Compréndeme, después de esperar tanto tiempo, una lluvia podía arruinarlo todo.

    Tomé algunas fotos por los alrededores, no en Punta Fogón. Yo fui en «operación fotos», con el objetivo de documentar el primer Desfile de las Mil Polleras en Las Tablas, no fui de fiesta. ¿Me crees?

    Luego de mi encuentro con la historia, me desplacé al lugar donde iniciaba el desfile. Ya el reloj marcaba la una de la tarde y a la distancia vi a la primera empollerada. Eso produjo una estampida de fotógrafos. La joven muy amablemente posó para todos, que, al igual que yo, estaban ansiosos por fotografiar a nuestras compatriotas luciendo la pollera panameña.

    Nota: No creas que tengo memoria fotográfica, el archivo de cada foto guarda la hora de la toma.

    Fotos del primer desfile de las Mil Polleras en Las Tablas

    Decidí quedarme al principio del desfile para hacer las fotos. Aunque no fue la mejor decisión, porque de fondo no salían las casas o la iglesia del pueblo y eso siempre es un buen complemento para este tipo de fotos. Ese fue un «tip cabanguero», no se te olvide cuando estés por los pueblos del interior del istmo.

    El desfile comenzó y las nubes seguían amenazando. Empecé a tomar fotos, pero con el temor de que la lluvia lo interrumpiera todo, y de repente sale el sol. Tú sabes cómo es nuestro estado del tiempo, parece que estuviera siempre indeciso. 

    A partir de ese momento fue como si me hubiera recargado, muchas de las fotos las hice agachado tratando de lograr un mejor fondo.

    Aquí te dejo con las fotos que son, no solo un recuerdo, sino también un homenaje a todas y a todos los que participaron en ese primer Desfile de las Mil Polleras en Las Tablas en el año 2010.

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    Por ser un vestido utilizado comúnmente en épocas pasadas, existen variantes por las costumbres de uso en diferentes regiones.

  • Una tamborera para Santa Teresita del Niño Jesús

    Habían pasado más de 30 años cuando volví a escuchar la tamborera dedicada a Santa Teresita del Niño Jesús en una misa por motivo de su fiesta patronal. Mientras escuchaba el canto, no pude evitar recordar lo que voy a contarte.

    Iniciaba la década del 80, y para esa época la Iglesia Santa Teresita del barrio de El Marañón contaba con un grupo juvenil conformado por la muchachada del barrio. Las edades variaban entre adolescentes y adultos jóvenes.

    Como era costumbre, los grupos juveniles organizaban un coro para participar en una de las misas de los domingos, y esa no fue la excepción. La misa de los domingos, a las 11 de la mañana, era la que cantábamos nosotros; también era la más concurrida. Aunque nunca hicimos una encuesta, concluí que era porque cantaba el grupo juvenil y prefiero seguir pensando que así fue.

    Iniciando la década de los 80, no puedo precisar el año, el párroco de la iglesia nos anunció que tendríamos la visita de la compositora nacional Gladys de la Lastra. Había compuesto una tamborera para Santa Teresita y quería que la cantáramos para sus festividades. 

    El anuncio nos llenó de alegría, pero también nos dejó algo preocupados. La compositora de canciones como Tengo Tengo, La Angostura y la conocida Panamá Soberana compartiría una canción inédita y que los primeros que la cantaríamos seríamos nosotros. Nos encontrábamos ante un tremendo compromiso y no podíamos defraudar a la parroquia y al barrio.

    Antecedente

    Una de las amigas del grupo juvenil me contó que una de las vecinas del barrio invitó a la señora Gladys, en uno de los encuentros carismáticos, a que le compusiera una tamborera a Santa Teresita del Niño Jesús.

    Los grupos carismáticos son de origen católico y acostumbraban a organizar grupos de oración. En una de esas actividades fue el momento propicio para la invitación. 

    Después, la señora Gladys nos contó que ella se sentía parte del barrio y cantarle a Santa Teresita era un deseo cumplido.

    Ese momento marcó un hito para nosotros como grupo juvenil. Sigue leyendo, que te contaré lo que pasó después.

    La visita

    Llegó el día del encuentro, y la señora Gladys de la Lastra llegó puntualmente a la cita. Para esa época, la señora ya contaba con más de 50 años. El proceso no fue complicado para ella; como profesora de profesión, nos organizó rápidamente. Con uno de los organistas del grupo, afinó el acompañamiento musical y comenzó la práctica.

    La tamborera es música alegre, una fusión del tamborito, la cumbia panameña y el son cubano. Aunque el párroco de origen español y más tradicional no gustaba de la música rítmica en la misa, no pudo contenerse y se contagió del entusiasmo que demostraba la señora con cada verso que nos enseñaba de su nueva canción.

    Poco a poco, el tema fue tomando forma con nuestras voces. La alegría que siempre quisimos imprimir en el canto dominical nos llegó de la mano de la compositora de Panamá Soberana, una canción que desde pequeño nos creó conciencia con la frase «Es mi gran ideal verla enarbolar y que se reafirme su soberanía en el Canal». Una canción como homenaje a ese esfuerzo de generaciones por recobrar el territorio que conocimos como Zona del Canal.

    Un estreno lleno de emoción

    El estreno estuvo cargado de mucha emoción. Fue cantarle a El Marañón y a nuestra iglesia una canción compuesta por una coclesana que se sentía parte de nuestro barrio y que nos demostraba el cariño que sentía por Santa Teresita en su composición.

    Ver en su rostro la satisfacción de escucharla en una festividad de Santa Teresita creo que fue tan importante para nosotros como estrenarla. Fue corresponder a ese cariño por nuestro barrio y convirtió la fiesta de la patrona de ese año en un evento inolvidable.

    Ese año, la canción contagió a los que nos acompañaron en la misa; sin duda fue el ingrediente estrella para la fiesta con Jesús, como solemos ver en la celebración de ese tipo de misas.

    Iglesia Santa Teresita de El Marañón

    El pasado en el presente

    Con el paso de los años, siempre recordaba la frase pegajosa de la canción, el nombre de la patrona: «Santa Teresita del Niño Jesus». La sorpresa para mí fue escucharla de nuevo; pensé que había caído en el olvido y hasta me sentía en parte responsable por no contribuir a que se mantuviera en el tiempo.

    Escucharla fue trasladar ese pasado al presente; fue emocionante recordar esos versos. Un recuerdo entrañable de un pasado que se convierte en relato, pero con ese sabor dulce de la cabanga.

    Tamborera a Santa Teresita – Letra

    Santa Teresita del Niño Jesús.
    Pequeñita y grande en el amor.
    Guíame por el espíritu de Dios.
    Enséñame a ser como tú.

    Tu parroquia está de fiesta
    Tu día celebra hoy
    Patrona Santa Teresita
    Del barrio del Marañón.
    Hoy cantamos gozosos
    tu palabra a una voz.
    Solo he dado a Dios amor,
    el me devolverá el amor.
    Que ame a mis hermanos
    con el amor de Dios,
    que desprecie el pecado
    porque ofende al señor
    Dame tu caridad, tu ternura y tu bondad,
    dame tu santidad y a mi corazón humildad.

    Fragmento de la tamborera

    El reencuentro

    Junto al Grupo Trigo Limpio (Voces – Belkis Solano, Gretel Vizcaíno, Ivette Branca, Kathia Padilla y Yenia Riquelme) y Rigoberto «Chino» Tejedor (órgano), recreamos la tamborera. Es solo un pequeño grupo de aquella muchachada del barrio. Un reencuentro que nos llenó de mucha alegría.

    Este escrito va dedicado a la señora Gladys. quien ya está en el barrio eterno, y a todos los que fueron parte del grupo juvenil de la Iglesia Santa Teresita del barrio popular e inolvidable: El Marañón.

    ¿Has ido a Santa Teresita, eras o eres del barrio? Anímate y comenta.

  • De Antigua Universidad a Hotel

    En lo que antes fue la Universidad de San Javier – primera universidad en Panamá -, ahora se encuentra el lujoso Hotel La Compañía. Con esta última restauración, la calle 8va del Casco Antiguo poco a poco se ha ido convirtiendo en la ruta ideal para hacer una caminata fotográfica para tu colección del Panamá histórico.

    Es fascinante descubrir cómo quedan estas estructuras con mucha historia, aunque te confieso que me deja algo nostálgico, sigue leyendo que te contaré el porqué.

    El Hotel La Compañía

    Lo que en tiempos pasados fue convento y universidad, hoy sus estructuras remozadas son sede del Hotel La Compañía. En el hotel, del lado de Calle 8va, se pueden apreciar balcones corridos en sus dos pisos superiores, evocando visualmente a la ciudad colonial. El uso de madera en los balcones junto a las lámparas de estilo antiguo fácilmente estimulan el imaginario y te ubican en épocas pasadas.

    La entrada al hotel está del lado de la Avenida A, justo al lado están las ruinas de la Iglesia de La Compañía. La concentración de autos en este sector no me facilitó la toma de fotografías, así que me tuve que conformar con la parte del hotel en calle 8va.

    Las instalaciones del hotel se extienden hasta la Avenida Central, área no inaugurada todavía, pero ya se notan grandes avances.

    Antecedentes

    En décadas pasadas el sector tenía muchas pinceladas de barrio popular, colores que aportaban los residentes. Me viene a la memoria los cuartos, que antes eran de alquiler, con las puertas abiertas, pero con la respectiva rejilla que evitaba que los infantes salieran a iniciar sus primeras aventuras en las calles del barrio.

    El bullicio era una mezcla de sonidos provocados por los chiquillos jugando, adultos conversando, autobuses, autos y la música provenientes de cualquier cuarto que siempre le daba un tempo alegre a la escena a pesar de las limitaciones económicas de muchos.

    Calle 8va en julio del año 2009 – hace 15 años. Del lado derecho se puede apreciar parte de la estructura que hoy Hotel La Compañía, para ese año ya se encontraba en ruinas. Mucho antes, en una de sus remodelaciones fue convertida en casa de alquiler.

    Un nuevo conocido

    Aunque es un nuevo hotel no deja de ser un conocido, sus estructuras mantienen la apariencia de antaño, pero ahora vestido de gala. Con la apertura del hotel, el paisaje renovado en el sector comienza a completarse.

    Salí temprano en la mañana dispuesto a tomar algunas fotos para acompañar esta publicación. Aunque el día estaba algo nublado, el poco tráfico de autos y de personas ayudó a que pudiera lograr algunas fotos que permitieran apreciar la arquitectura del área, principalmente del lado de calle 8va en el Casco Antiguo.

    ¿Cuándo te das tu vuelta?

    Sitio web del Hotel.

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