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  • Nacimientos permanentes en el Casco Antiguo de Panamá

    Nacimientos permanentes o portales, una tradición heredada

    Los nacimientos, como llamamos en Panamá a los pesebres o belenes, son una representación del nacimiento de Jesús con figuras y objetos representativos de la época. En varias iglesias del Casco Antiguo de Panamá podemos encontrar nacimientos permanentes que podemos visitar en cualquier época del año.

    Una costumbre heredada y que se practica en casi toda América. Últimamente, hasta han surgido nacimientos con los personajes vestidos con nuestros atuendos folclóricos, dando un toque de panameñidad a tan importante evento para todos los cristianos.

    Iglesia Nuestra Señora de la Merced

    Aunque los nacimientos son parte de los adornos de la época navideña, tres de nuestras antiguas iglesias los mantienen, de forma permanente, en exhibición.

    La Iglesia de Nuestra Señora de la Merced tiene la exhibición del nacimiento en su museo. En su extensión podrás observar, con figuras, diferentes pasajes relacionados con la vida del Niño Jesús. Sin lugar a dudas, la recreación pondrá a prueba tus conocimientos sobre estos eventos.

    Iglesia San José

    Otro de los nacimientos permanentes es el de la Iglesia de San José, también conocida como la Iglesia del Altar de Oro.

    En un área con mayor espacio está el nacimiento. Para poder entrar al lugar tendrás que pasar por la sacristía de la iglesia; es también una oportunidad para poder observar de cerca un espacio colonial en el presente.

    El nacimiento es el más extenso y con figuras con muchos detalles. Cada vez que la vuelvo a visitar, encuentro cosas que no había visto antes. Si te animas a ir, te recomiendo recorrerlo lentamente y disfrutar de la exhibición. 

    Muchas de las figuras representan actividades diarias de la época, lo que ayuda a imaginarte cómo se desarrollaron los eventos relacionados con el Niño Jesús.

    San Felipe Neri

    La tercera iglesia es el Oratorio San Felipe Neri. Fue la primera en tener un nacimiento permanente. Aunque su espacio de exhibición es más pequeño, el nacimiento no lo es.

    A diferencia de los otros dos, las figuras están protegidas por un vidrio, pero no impide apreciar la belleza de los arreglos y lo bien distribuido a pesar del espacio.

    Si visitas las iglesias del Casco Antiguo, no olvides los nacimientos, de seguro te contagiarás de la esperanza que representa el evento del nacimiento del Niño Jesús. Una sensación que debe extenderse más allá del mes de diciembre.

  • Museo de la Mola – MUMO – Casco Antiguo

    Un museo de la mola

    La tercera iglesia es el Oratorio San Felipe Neri. Fue la primera en tener un nacimiento permanente. Aunque su espacio de exhibición es más pequeño, el nacimiento no lo es.

    Panamá ya cuenta con un museo de la mola, dedicado exclusivamente al arte en tela con diseños inspirados en la naturaleza, que es parte integral del pueblo guna.

    Los gunas son un grupo indígena que habita en su mayoría en Panamá, aunque hay unos pocos en Colombia.

    Dentro de su cultura está la confección de las molas. La técnica consiste en utilizar varias capas de tela para plasmar imágenes en el producto final.

    Museo de la Mola – Entrada

    Exhibición Permanente

    La exhibición permanente se encuentra en el segundo piso de uno de los edificios restaurados de la calle José de Obaldía y Calle 8va, en el Casco Antiguo de la Ciudad de Panamá.

    Lo primero que te encuentras al llegar al piso de la exhibición es un mapa donde podrás apreciar el territorio donde habitan los diferentes grupos indígenas en Panamá.

    Mientras leía, se me acercó un guía para preguntarme si quería hacer la visita guiada o prefería hacer un recorrido solo. Decidí optar por la opción última y así poder disfrutar a mi ritmo de toda la muestra del museo.

    Edificio donde está ubicado el Museo de la Mola – MUMO

    Fue un recorrido fascinante. Estoy acostumbrado a ver los puestos de venta de molas de los gunas en diferentes puntos del país. Siempre he admirado la calidad de su trabajo en las molas y el museo cumplió su cometido, darme a conocer sus antecedentes y evolución.

    En MUMO encontrarás una completa exhibición de molas, desde antiguas hasta recientes, complementadas con un texto descriptivo que te ayuda a hacer un viaje por la cultura gunadule.

    Las molas son parte del vestido de las mujeres gunas y fundamental en su cultura. Los diseños tienen su explicación que va desde lo espiritual hasta una forma de expresión.

    Mola en guna significa ropa. Un arte que también es parte de nuestra cultura panameña. Con el pasar del tiempo la hemos absorbido y sin duda muchos hogares están adornados con molas.

    Las Molas

    Las molas han traspasado a la cultura popular del panameño. En lo cotidiano puedes encontrar molas incluidas en camisas, vestidos y cuadros. Su calidad y diseños variados han conquistado al público.

    Es común encontrar puestos de venta de molas por parte de los gunas en diferentes puntos de la capital, como también en ferias y festivales del interior de la república.

    Venta de Molas en el Casco Antiguo
    Mujer guna con su vestido tradicional en presentación artística en el Casco Antiguo

    En MUMO, una idea de la Fundación Alberto Motta, podrás enterarte de la historia de las molas, uso y significado. Para consulta de horarios, puedes visitar el sitio oficial del museo.

    Abajo verás una de las molas que siempre me acompaña. La adquirí en un puesto de venta guna en las patronales de Santiago, en Veraguas. Fue adaptada a la correa de la cámara.

    Ubicación

  • Festival del Sombrero Pintao

    Un festival para el sombrero pintao

    En el año 2011 asistí al primer Festival del Sombrero Pintado en La Pintada, lugar seleccionado para rendirle un merecido homenaje a uno de los clásicos en el folclore panameño.

    Cuando tengo la oportunidad siempre regreso. Este tipo de actividades me permite testimoniar que nuestro folclore se mantiene vivo. Mientras estos escenarios no desaparezcan, podremos disfrutar de nuestras tradiciones.

    En octubre de cada año, La Pintada luce sus mejores galas para recibir a visitantes. Los asistentes al festival podrán disfrutar del folclor de la región, teniendo como protagonista el sombrero de pintas o sombrero pintao, el nuestro.

    En el festival se lleva a cabo un concurso para seleccionar los mejores sombreros en diferentes categorías. Estas categorías se establecen por la cantidad de vueltas de tejido que tenga el sombrero. Este factor es también el que establece su precio.

    La venta de sombreros y artesanías, presentaciones folclóricas y un desfile el domingo son el plato fuerte de una feria que te recomiendo visitar.

    Foto del I Festival del Sombrero Pintao en el año 2011.

    Antedecentes del sombrero pintao

    La confección del sombrero pintao o sombrero de pintas se inició en la provincia de Coclé, en la región de Toabré, para luego extenderse a Penonomé cabecera, La Pintada y Antón, tiempo después a las provincias centrales.

    Las investigaciones realizadas hasta el momento establecen que la técnica y confección del sombrero son de origen indígena y de los campesinos de la región.

    Foto de sombrero en concurso del festival en el año 2019

    Historia del Festival del Sombrero Pintao

    Mediante la Ley 41 del año 2011, se establece la normativa para conservar, preservar, difundir y a su vez resaltar la importancia de proteger la flora que sirve como materia prima para la confección del sombrero pintao.

    La misma ley establece el 19 de octubre como día cívico y de conmemoración del sombrero pintao. También declara a La Pintada como Cuna del Sombrero Pintao.

    En ese mismo año, del 15 al 16 octubre, se realiza en La Pintada, provincia de Coclé, el I Festival del Sombrero Pintao. En el evento ferial participaron delegaciones de diferentes regiones y entidades gubernamentales.

    Hubo tarima artística y un área exclusiva para la venta de sombreros pintaos y artesanías panameñas. El domingo 16 de octubre de 2011 se realizó el primer desfile de carretas donde el sombrero pintao, las polleras, las camisillas y el tamborito fueron los protagonistas.

    Desde ese momento, en el mes de octubre de cada año, se ha realizado el Festival del Sombrero Pintao en La Pintada.

    Experiencia en el Festival el Sombreo Pintao

    En el año 2019 tuve la oportunidad de recorrer, nuevamente, los quioscos para la venta de sombreros, disfrutar de la tarima artística, tomar fotos del evento y, por su puesto, la reina, símbolo indiscutible de todo festival organizado en el interior del istmo.

    En tarima se presentó un tamborito conformado solo por niñas y niños. Su presentación me dejó gratamente complacido. Su sonoridad estuvo a la altura del festival. Felicitaciones a su instructor porque no solo fue una presentación artística, es la única forma de que nuestro folclore siga venciendo al tiempo y no desaparezca. 

    Solo me queda preguntarte: ¿ya tienes tu sombrero pintao?

    Festival del Sombrero Pintao – Galería de fotos

  • La Araña, una cantina en Monagrillo que no puedes dejar de visitar

    Caminando por los alrededores del parque en Monagrillo de Chitré, observo una casa de tejas con un letrero que dice «Cantina sin rival». El reloj ya marcaba las nueve de la mañana.

    Su aspecto antiguo me despertó interés, pero sus puertas estaban cerradas. Era domingo y el pueblo había estado de fiesta el día anterior. Asumí que no abriría ese día y que no tendría la oportunidad de conocerla por dentro.

    Resignado, me fui a la zona bancaria — las bancas del parque— a tomar algunas fotos de los alrededores. Algunas nubes se asomaban y conspiraban para no dejarme tomar fotos del área.

    Lo inesperado

    En la acera de enfrente ya había escuchado a algunas personas citarse en La Araña cuando abriera. El nombre de la cantidad que con cada minuto que pasaba despertaba más mi curiosidad por conocerla.

    Mientras tomaba algunas fotos en el parque, una señora se acercó al recinto de la alegría y abrió sus puertas. Ya el reloj marcaba pasada las 10 de la mañana. Tímidamente, entramos mientras la señora Ana nos recibía con una gran sonrisa y nos contaba que la cantina tiene más de 50 años.

    El interior superó mis expectativas, fue más allá de un local antiguo. Sus paredes y techos son como una memorabilia. Cada centímetro está ocupado por algún recuerdo. Una foto, un cartel y hasta objetos que te someten a escudriñar en tu memoria y conectar con algún acontecimiento de tu vida.

    Mientras saludaba a la familia Ortega, dueños de este local añejo, entró un visitante, de esos que parece que nunca se fueron, a saludar también. A pocos minutos de haber abierto, entraron más personas.

    Dos señores se sentaron frente al televisor y pidieron que pusieran un canal en especial para ver un juego. Al poco tiempo, una combinación de bebidas que ponen alegre ya estaba en su mesa. Es que cuando eres de la casa, ya conocen tus gustos. 

    Minutos después, una billetera, de esos billetes que te hacen ganar dinero de vez en cuando, se colocó estratégicamente en el centro del local mientras continuaba con una conversación que parecía la secuela de un capítulo anterior, pero de los buenos.

    Un recuerdo

    Pedí permiso para tomar algunas fotos, saqué mi cámara y me dispuse a obtener algunos recuerdos gráficos.

    Carteles de Samy Sandra Sandoval parecían un antes y después de estos populares hermanos de la música típica oriundos de Monagrillo. 

    Foto de Victorio Vergara, detalles sobre el Mundial de Fútbol Italia 90, una imagen del Che Guevara con la inscripción «fuera las bases militares Yanquis en Panamá» y hasta un teléfono público con el logo de INTEL, antigua empresa estatal encargada de las telecomunicaciones, te obligan a hacer un viaje mental en tu pasado.

    Ocupé más tiempo en observar que en tomar fotos. Uno de mis acompañantes me invitó a una bebida vikinga y al acercarme a la barra me encuentro con una foto de Ismael Rivera, cantante salsero puertorriqueño muy querido en Panamá, interprete de la Gata Montesa. Si no conoces la canción, te invito a escucharla mientras miras las fotos.

    Esta foto la tomó una paparazzi, mi pequeña saltamontes en esto menesteres.

    Una rueda con la inscripción España 82, donde había dejado la bolsa de la cámara y sobre ella unas gorras castigadas por el tiempo, interrumpió mi contemplación desde la barra. Aquella escena me obligó a capturar nuevas imágenes.

    El cielo raso es la parte más internacional, banderas de diferentes países se entremezclan con varios pósteres de equipos locales e internacionales, haciendo del mismo toda una exposición permanente.

    Aparte de ser una delicia visual para los que llevamos algunos años recorridos —las hojas blancas siguen cayendo—, La Araña es un oasis para todo aquel que quiera hacer una pausa a las actividades de trabajo.

    La familia Ortega ha creado en este local un ambiente amigable con ese toque añejo que solo se consigue con el pasar de los años, no es un producto de un invento casual. Son de esos lugares que tienes como si fuera una extensión de tu casa, porque en ella te encuentras a esa familia que buscaste entre extraños, aquellos que llamamos amigos.

    Nos despedimos agradeciendo todas las atenciones, pero sé que en algún momento volveré a sentarme en una de sus sillas a escuchar los cuentos en otro capítulo más desde La Araña.

  • El festival del Toro Guapo de Antón

    Mencionar al Toro Guapo es hablar de Antón, uno de los distritos de la provincia de Coclé. Una provincia con muchas tradiciones folclóricas.

    Una de las principales fiestas antoneras es el Festival del Toro Guapo. Festividad tradicional que ya cumplió 50 años, su protagonista es un danzante con una estructura de madera cubierta de tela que representa el lomo y la cabeza de un toro.

    En la calle el toro danza al ritmo del tamborito simulando una embestida. No solo es un toro valiente, sino que también tiene estilo. Cada artesano trata de que su toro se vea vistoso y el más admirado en su danza.

    El festival del Toro Guapo de Antón

    El formato actual es una ventana artística para las diferentes expresiones folclóricas de todo el país. Durante todo el tiempo que estuve el sábado, en las tres tarimas alrededor del parque, hubo presentaciones continuas, principalmente de niños y adolescentes.

    Los visitantes pudieron apreciar bailes típicos de diferentes regiones del país, incluyendo a los ya famosos diablos de Panamá. Me refiero a los diferentes tipos de representaciones del diablo que existieron en la época colonial y que fueron utilizados como representación del mal en el proceso de evangelización. También participaron en el festival los diablos de los congos de Portobelo.

    El Guacho

    Donde se reúna mucha gente, es muy probable que consiga una foto representativa de la actividad; en esta ocasión no fue diferente. Se trababa de un guacho comunitario. Ya la fila estaba formada y muchos estaban con su totuma — vasija hecha con el fruto del árbol totumo— esperando su turno para que le sirvieran.

    Hasta la misma reina del festival, la realeza, estaba repartiendo guacho. Estuve tentado a olvidarme de las fotos y meterme en la fila en espera de guacho, pero sin totuma se me complicó la misión. 

    Con mucho esfuerzo, los que me conocen saben por qué, decidí seguir tomando fotos para poder mostrarte imágenes de lo que te comento y me olvidé de probar esta sabrosa exquisitez de la cocina panameña.

    El Toro Guapo de Antón

    Avanzaba la tarde y no tenía una foto de un toro guapo. Me acerqué a una de las tarimas al lado de la iglesia y me encontré a dos toritos guapos danzando al son de un tamborito juvenil que amenizaba en ese momento.

    Busqué un ángulo para poder tomar algunas fotos y veo la iglesia en el fondo. Casi sentado en la calle pude tomarle fotos a los toritos guapos danzando. En el mismo lugar donde deben haber danzado muchos toros guapos. El hecho de que los danzantes fueron niños asegura que la tradición siga por muchos años más.

    Los concursos

    En otra de las tarimas se desarrolló el concurso de pilar maíz, un método para remover su cáscara sin el uso de maquinaria.

    El objetivo es evaluar el mejor trabajo luego de una cantidad de minutos preestablecidos. Dos señoras se enfrentaron en tarima mientras el público animaba a su favorita. Con mucha energía comenzaron a golpear el pilón mientras algunos granos caían en tarima producto del esfuerzo de las concursantes.

    Este tipo de concursos busca recordar métodos de antaño en la vida diaria del campesino, aunque aún se siguen utilizando a menor escala.

    Otros concursos se desarrollaron, pero solo tuve la oportunidad de presenciar el de pilar maíz.

    Tamborito

    Cerca de una de las esquinas del parque estuvo un tamborito casi ininterrumpido. Al sonido del tambor y el almirez, locales y visitantes pudieron disfrutar de nuestra música folclórica.

    Sin uso de tecnologia, así como en antaño se ejecutó el tamborito hasta que llegó la hora de la misa.

    Artesanías

    En unas de las calles laterales al parque, un bazar complementó el festival. Diferentes puestos de artesanos tenían a la venta artesanías, dulces y algunos artículos varios.

    Entre los puestos también estaban las famosas fondas – puestos de comida -, esenciales para poder saciar las ganas de comer después de disfrutar del folclor panameño.

    Reina Dorada del 50 Festival del Toro Guapo de Antón – S.M. Nicolle M. Fernández V.
  • Visita histórica y religiosa, 9 sitios que no puedes dejar de visitar en el Casco Antiguo

    En varias ocasiones había invitado a un buen amigo a visitar el Casco Antiguo. Aunque ya lo ha visitado varias veces, mi invitación fue para un recorrido diferente.

    Durante las charlas amenas que siempre tengo con mi amigo sobre el tema, hacía un mapa mental del recorrido mientras le contaba sobre el sitio. Con el tiempo, al mapa, le agregaba nuevas ubicaciones a visitar, producto de las constantes restauraciones que se realizan en la antigua ciudad.

    Documentos históricos cuentan de un incendio en el año 1737, donde solo se salvaron las iglesias San Juan de Dios y La Merced. Ya para el año 1749, una gran parte del proceso de reconstrucción se había realizado. 

    Tomando en cuenta este detalle, la mayoría de las edificaciones coloniales a visitar fueron reconstruidas después de 1737.

    La visita

    Después de varios intentos fallidos, llegó el día de la visita. Partimos un poco antes del mediodía en compañía de un sol sofocante.

    Un recorrido por el Casco Antiguo no solo es un encuentro con la historia del área, es también un encuentro con la historia religiosa de los panameños de la ciudad.

    El punto de partida fue el estacionamiento público al lado del Teatro Nacional. Aunque es un estacionamiento con tarifa, es un lugar seguro y recomendable para estacionar e iniciar el recorrido.

    Teatro Nacional (1908 – No colonial)

    A pocos pasos del estacionamiento quedamos ante el recién restaurado Teatro Nacional. Un edificio centenario de inicios de la república y máxima sede de la cultura panameña.

    Aunque no tuvimos acceso a su interior, su arquitectura obliga a detenerse para observar sus detalles.

    Al observar las calles a su alrededor, no pude evitar los recuerdos de mi infancia. Aunque sigue existiendo mucha actividad en el sector, los protagonistas de hoy son diferentes.

    Iglesia San Francisco de Asís (la primera antes de 1737)

    Al frente del Teatro Nacional está la Iglesia San Francisco de Asís, otro de los puntos históricos a visitar. Su impotente campanario, detalles de su fachada y la parte interna de la iglesia dista mucho de la primera edificación, aunque mantiene sus muros originales. Su remodelación fue en la época republicana.

    La iglesia es de gran belleza en su interior y es notorio su acabado más moderno si lo comparamos con el resto de las sedes religiosas del Casco Antiguo.

    Oratorio San Felipe Neri (la primera en 1688)

    Para mi amigo fue una agradable sorpresa el Oratorio San Felipe Neri. Su fachada escondida tras una estructura construida posteriormente la hace pasar desapercibida ante la mirada de los que transitan el área.

    Una puerta de vidrio da acceso a un interior de gran belleza. El oratorio es de una sola nave, de hermosos detalles en las columnas, retablos y techo; es museo de arte religioso vivo.

    Sin contarle a dónde nos dirigíamos, pasamos por lo que fue la entrada principal y quedamos en una exhibición poco común. Un nacimiento permanente con diferentes pasajes relacionados con el nacimiento del Niño Jesús.

    Una experiencia de todo el año sobre la natividad, evento importante para el catolicismo. Ahora otras iglesias también tienen su versión permanente del nacimiento.

    Catedral Basílica Santa María la Antigua (1762)

    La conocida anteriormente como Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, hoy es nombrada como Catedral Basílica Santa María la Antigua. Es la principal estructura religiosa de la época colonial activa que podemos encontrar en el Casco Antiguo.

    La recién restaurada catedral ahora cuenta con un coro alto donde podrás observar un monumental órgano de tubo que se utiliza para acompañar las misas.

    Sus puertas ya no están abiertas como antes. Un equipo de aire acondicionado ofrece una temperatura más agradable para el visitante.

    Museo de Historia (Palacio Municipal 1910 – No colonial)

    El Museo de Historia se encuentra dentro de las instalaciones del Palacio Municipal de Panamá. Aunque el edificio fue construido en la era republicana, está ubicado en el mismo terreno donde se encontraba el cabildo en la época colonial.

    La exhibición del museo cuenta la historia de Panamá desde su independencia de España.

    Iglesia de la Merced (antes de 1688)

    La Iglesia de la Merced es sin lugar a dudas uno de los sitios que no puedes dejar de visitar en el Casco Antiguo. Se encuentra muy cerca de lo que fue en la época colonial la entrada principal a la antigua ciudad, conocida como Puerta de Tierra.

    Su fachada fue trasladada íntegra desde la vieja ciudad a la antigua. En su interior se ha habilitado un museo donde podrás observar registros antiguos de bautizos, matrimonios y sepelios de personajes de nuestra historia. 

    Adicionalmente, podrás observar objetos religiosos antiguos, un nacimiento permanente y podrás conocer la historia de los mercedarios en Panamá.

    Es una de las pocas iglesias que no fue presa del gran incendio del año 1737.

    Iglesia de San José (La primera antes de 1688)

    La iglesia de San José era una de las más visitadas antes de la restauración del resto de las iglesias. Hoy, entre sus atractivos incluye su vistoso retablo y un nacimiento permanente es uno de sus salones.

    Todas las iglesias del casco que no están en ruinas son de origen colonial y todavía se realizan misas. Un recuerdo vivo en la antigua ciudad.

    Museo de Arte Religioso (Iglesia de Santo Domingo – La primera en 1678)

    LLa visita terminó en el Museo de Arte Religioso, ubicado en lo que en el pasado fue la sacristía de la antigua iglesia de Santo Domingo.

    La iglesia hoy está en ruinas, le sobreviven partes de sus paredes y su popular arco chato. Fue víctima de varios incendios hasta que decidieron no reconstruirla.

    Junto a la iglesia podrás apreciar el convento de Santo Domingo. Su patio y estructuras están restauradas, son la antesala al museo.

    En el museo encontrarás una exhibición permanente de piezas de la época colonial que fueron utilizadas en centros religiosos en diferentes puntos del país.

    Finalizando el recorrido en el Mercado del Marisco

    Nos acompañó un día soleado, pero el calor intenso nos obligó a buscar un lugar donde recuperar energías. Terminamos el recorrido en lo que fue el arrabal en tiempos antiguos, en extramuros.

    Decidimos comernos un rico pescado frito en uno de los puestos del Mercado del Marisco, ubicado en donde estuvo el gimnasio del Marañón. Lugar donde entrenaron importantes figuras del boxeo panameño en el pasado.

    La mayoría de los sitios que visitamos fueron sedes religiosas; estos guardan ese recuerdo vivo de los panameños de la antigua ciudad. Son los menos intervenidos y para los visitantes son el mejor testimonio de la época colonial en la ciudad de 500 años.

    Nos faltaron otros sitios de interés por visitar, de seguro volveremos y realizaremos la segunda parte del recorrido.

  • Casa Góngora, la vivienda colonial mejor conservada en el Casco Antiguo

    La Casa Góngora es una de las viviendas coloniales mejor conservadas en el Casco Antiguo. Ubicada en la esquina de la intersección entre Avenida Central (Casco Antiguo) y Calle 4a (Callejón del Chicheme), sus estructuras resaltan ante la mirada de todo aquel que transita el área.

    En el año 1998 se inician los trabajos de recuperación de la planta alta y el techo, ya para el año 1999 abre nuevamente sus puertas para exhibiciones de arte al público en general.

    Antecedentes

    Según lo escrito por Alfredo Castillero Calvo en su libro La Ciudad Imaginada, la primera referencia que se hace del inmueble es en el año 1756. Es nombrada en el expediente del incendio de ese año, conocido como Fuego Chico. Su estructura de madera fue devastada y reconstruida al poco tiempo.

    En esa época los incendios se encargaron de desdibujar la ciudad. Fueron tres los incendios, uno de ellos, el primero, destruyó el 95 % de las casas.

    Ya Para el año 1765 —hace 259 años— la vivienda había sido reconstruida como la conocemos actualmente.

    Por su diseño se puede deducir que la entrada principal es del lado de Calle 4a, ya que es la parte más extensa (5 puertas) de sus dos lados (del lado de la Avenida Central son 3 puertas).

    La Casa Góngora en su interior

    Para el año 2012 tuve la oportunidad de conocer la casa en su interior. La distribución y los muebles antiguos que colocaron me transportaron a la vieja casa de mi abuelo y sus hermanos en Penonomé. 

    Techo alto, gruesas paredes y puertas altas que son las encargadas de permitir el paso de la luz al interior. 

    El piso superior tiene un balcón corrido que cubre los dos lados de la casa. El acceso a las escaleras es por medio de un patio interior algo pequeño. Un pasillo, donde se puede apreciar el patio interno, permite el acceso a los cuartos y al salón en el piso superior.

    Contacto con el pasado

    La Casa Góngora nos permite tener un contacto con el pasado de la antigua ciudad. Una vivienda que se ha podido recuperar como era en el siglo XVIII.   

    Caminar dentro de ella nos da una idea, sin alteraciones, de cómo eran las casas de la élite panameña en la época colonial.  

    Cada componente de la estructura de la Casa Góngora tiene un valor incalculable, son parte de la memoria del Panamá de ayer. Es la que más nos acerca a cómo era una vivienda de los panameños en la ciudad que ya cumplió los 500 años. 

    Actualmente, exhibiciones temporales sobre Panamá y su gente adornan su interior.

  • Celebrando los 500 años de la Ciudad de Panamá

    Hubo mucha gente celebrando los 500 años de la Ciudad de Panamá y muchos fueron los eventos que se dieron durante la fecha en diferentes sitios de la capital panameña.

    Uno de ellos fue cantar el cumpleaños de la ciudad en el Conjunto Monumental Histórico de Panamá Viejo. El protagonista fue un enorme dulce a escala de las ruinas de la catedral con su imponente torre, símbolo de nuestra vieja ciudad. La longitud del dulce fue de 3.63 metros de largo y 2.52 metros de alto.

    Aunque caía una persistente llovizna, eso no impidió que cientos de personas se acercaran y formaran parte de este simbólico momento.

    La artista nacional Any Tovar fue la encargada de interpretar el canto del cumpleaños mientras todos los presentes la acompañamos en coro.

    A pesar de una cantidad considerable de personas que estaban alrededor del dulce, poco a poco me pude acercar. Cuando estuve lo suficientemente cerca pude tomar las primeras fotos para poder compartirte las imágenes del momento.

    Al poco tiempo comenzaron a repartir el dulce a los invitados que ya habían formado una fila que se extendía por la calle principal de la plaza.

    Aunque la llovizna se mantuvo, eso no impidió que las personas siguieran acercándose a celebrar y tener la oportunidad de saborear el dulce de los 500 años.

    Desfile de indumentarias típicas

    Mi intención siempre fue celebrar los 500 años de mi ciudad haciendo lo que me gusta: tomar fotos de las actividades que, por motivo de la celebración de la fundación, resalten nuestras tradiciones.

    Después de salir del Conjunto Monumental Histórico de Panamá Viejo me dirigí hacia el Mercado del Marisco para comer un buen pescado frito y esperar la hora del desfile folclórico que se realizaría por las calles del Casco Antiguo para celebrar los 500 años de la ciudad. 

    Cerca de las 4 de la tarde inicié la caminata hasta el Casco Antiguo. Al llegar, encontré a algunas de las delegaciones preparándose para comenzar el desfile. Luego de investigar su ruta, me ubiqué para tomar las primeras fotos. 

    Un sueño cumplido

    El poder apreciar un desfile folclórico en el Casco Antiguo es otro sueño cumplido. En lo personal, estas oportunidades me permiten trasladar el presente al pasado, poder imaginar cómo era todo en épocas pasadas. 

    Fue como estar en un set de una película que representara a la Ciudad de Panamá a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, con su gente vistiendo indumentaria de la época. 

    El escenario ya no eran las calles del interior de mi país, en donde he podido tomar muchas fotos; era en lugar donde continuó todo, la antigua ciudad. 

    El desfile fue por la Calle de San Joseph (Avenida A). Después de tomar fotos, por más de 10 años, de actividades folclóricas, algunas caras de los participantes ya me eran conocidas. Son personas que viven el folclore y que a cada convocatoria no dudan en participar. 

    El desfile, aunque corto, contó con mucho folclore y la alegría que caracteriza al panameño. La murga panameña y el tamborito fueron el toque musical que puso a bailar a todos. Esa alegría que se sigue sintiendo en nuestras calles después de 500 años de fundación de la primera ciudad en el Mar del Sur. 

    Te invito a dar un paseo en fotos por ese ayer que te cuento en el presente.

  • Iglesia de Santo Domingo de Guzmán

    La Iglesia de Santo Domingo de Guzmán está ubicada en Parita, otro de los pueblos que fue un asentamiento colonial en la región de Azuero.

    La iglesia es Monumento Histórico Nacional desde el año 1926. A un costado podrás encontrar la plaza que, junto a las viviendas de sus alrededores, está conservada como en tiempos pasados.

    La Iglesia de Santo Domingo de Guzmán

    Al entrar a la iglesia, atrajo mi mirada el retablo principal. Tallado en madera con figuras de ángeles y flores, son el marco para las imágenes que acompañan toda la estructura.

    La mesa del altar es otro detalle a admirar, se encuentra bien conservada a pesar de ser una iglesia que data de mediados del siglo XVII.

    Después de tomar algunas fotos, la belleza de los tallados me hizo contemplarlos por varios minutos. Sin quererlo, ese momento se convirtió en un pequeño homenaje a los artistas creadores de estas obras y que el pueblo cuida celosamente.

    Retablo Mayor

    Las columnas de madera, que dividen en tres naves la iglesia, son los elementos que hacen que te transportes al pasado colonial cuando observas su interior.

    Otro detalle en su interior son varios retablos distribuidos por las paredes laterales, todos igualmente tallados en madera.

    Retablo Menor

    Paisaje colonial

    La iglesia posee un campanario central sobre la entrada principal. Lo curioso es que el acceso a la torre es desde una escalera exterior.

    La torre, al igual que muchas de nuestras iglesias coloniales, está adornada con conchas de madre perla.

    A un costado de la iglesia se encuentra la plaza, aún mantiene las medidas originales y es donde el pueblo realizaba la mayoría de las actividades culturales.

    Este sector es el Casco Antiguo, aunque lo visité en tiempo de fiesta; la tarima y varios puestos de venta no me permitieron apreciar en su justa medida el conjunto completo.

    De todos modos, no perdí la oportunidad de sentarme a observar y dejar que el paisaje me contara su historia.

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