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  • Exploración de la Costa Abajo de Colón

    Cuando no tienes un destino definido, el viaje se convierte en un descubrimiento, en este caso fue una exploración de la Costa Abajo de Colón.

    Después de cruzar las aguas del Canal del Panamá por medio del transbordador desde la ciudad de Colón, ya estábamos en la Costa Abajo de la provincia.

    El viaje te permite bordear parte de una de las esclusas, aunque ahora se encuentra en obras, llegará el momento en que será una ruta de lo más atractiva para cualquier aventurero.

    Antes de llegar a cualquier poblado tendrás que bordear el bosque protector de San Lorenzo.

    Bosque Protector de San Lorenzo

    La ruta en esta exploración de la Costa Abajo de Colón incluye un contacto directo con una densa vegetación que por momentos te hace olvidar que estamos en la temporada seca en Panamá.

    Este bosque protector también funciona como barrera natural para algunas áreas del canal y el Castillo de San Lorenzofortaleza colonial edificada para proteger la desembocadura del río Chagres.

    El Castillo está al otro lado de la barrera. De este lado pareciera que la vegetación se desbordara por la carretera. Después de bordear parte del canal, comienza el camino hacia la costa.

    La costa

    Después de una hora de camino ya podrás divisar la majestuosidad del Mar Caribe. Con la belleza natural que nos regala un sector poco desarrollado.

    No quería imaginarme qué iba a encontrar, quería que la naturaleza me sorprendiera, y lo hizo.

    La primera parada fue en un lugar que puede que sea desapercibido desde la carretera, pero la ventaja de no ir conduciendo te hace prestar más atención al paisaje. Tuve que dar el aviso de alto a la expedición y sin pensarlo mucho caminé al primer encuentro con el mar en la Costa Abajo de Colón.

    El lugar es como una pequeña piscina natural. Como para sentarse y disfrutar del vaivén del agua.

    La forma de las palmas te indica la lucha constante que tienen con el fuerte viento. Solo aquellas fortalecidas en su cimiento sobreviven.

    La brisa, el sonido del mar y la vegetación son la escena que te hace pensar inmediatamente en lo valioso de la experiencia. Un momento para contemplar, uno nunca sabe qué pasará en el futuro; el progreso no perdona nada.

    Este pequeño paraíso está a unos minutos antes del poblado de Palmas Bellas.

    Un viaje costero para disfrutar

    Este viaje fue para disfrutar el camino, ayuda el no tener un destino, la única restricción eran las horas.

    Desde el edificio donde crecí veía el Mar del Sur. Me gustaba contemplar a la distancia los barcos en espera de su paso por el canal. Como dice Rubén en Maestra Vida, la vida te da y te quita. La vida me quitó ese paisaje en la bahía; como te comenté, el progreso no perdona nada.

    Así que cuando vi aquel paisaje abierto, poco intervenido por el hombre, solo imaginé poder compartirlo por medio de fotos. En este caso, la vida me dio la oportunidad de contemplar este paisaje.

    Este paraíso visual está después de Palmas Bellas.

    Una de las playas

    Antes del poblado de Río Indio hay un sendero que te permite el acceso a una de las playas. El ruido de las olas se mezclaban con los gritos divertidos de personas que a lo lejos vi cómo disfrutaban de los regalos de la naturaleza.

    Antes, en el camino, ya había divisado otro grupo de personas disfrutando de la playa, pero en un sitio más reducido.

    Este sector es más amplio, aunque había personas bañándose, el espacio era suficiente como para sentirte solo en compañía del mar.

    Como has podido notar, este escrito está dedicado al camino, a la ruta costera, no a los poblados.

    Una ruta que te regala un paisaje para disfrutar, no es para andar desesperado por llegar a un destino, es para disfrutar el viaje.

  • Un viaje que no te puedes perder a poco tiempo del estreno del tercer puente sobre el Canal de Panamá

    A poco tiempo del estreno del tercer puente sobre el canal era una obligación acercarse a conocer los últimos avances y hacer algunas fotos. Pero la razón más importante era despedirme del ferry.

    El ferry es uno de los métodos que se utilizan actualmente para cruzar de una ribera a otra por el Canal de Panamá del lado del Caribe.

    A falta de un puente de la magnitud del que se construye en la actualidad, la costa abajo de Colón depende de un transbordador (ferry) para conectarse con el resto de la provincia.

    Viaje de despedida

    Recuerdo las historias de personas, mayores que yo, contándome sus experiencias en el ferry para cruzar desde la ciudad de Panamá hacia el interior de la república y viceversa.

    Con el tiempo, fue reemplazado por el Puente de las Américas, ahora me tocará a mí contar historias sobre el ferry en el lado Caribe del Canal de Panamá a nuevas generaciones.

    El ir y venir en el ferry en esta ocasión fue para despedirme de su servicio de transporte. El imponente tercer puente sobre el canal que pronto será inaugurado se encargará de relevarlo.

    Aunque el ferry moderno cuenta con mejor tecnología, no deja de tener para mí esa sensación añeja que me conecta con el pasado, a los primeros años del canal.

    Una oportunidad única

    Una buena parte de las personas que iban en el ferry estaban en su sesión de autorretrato, en grupo o individuales. Sin duda fueron estrenadas en medios sociales a los pocos segundos de haber sido tomadas.

    Yo me encontraba en trance detallando los 4.3 kilómetros, los 175,000 mt2 de concreto y las 35 toneladas de acero del nuevo puente. Este puente es enorme. Se pierde a la vista sus extremos.

    Mientras miraba la estructura terminada, un barco se aproximaba, ocasión precisa para tomar la primera foto que te voy a compartir. La foto es una especie de baile de estas dos enormes moles que ya serán parte común del paisaje en esta parte del Canal de Panamá.

    Después de hacer la foto no que quedé satisfecho. Para darte una mejor visual de esta mole de acero y cemento, hice una panorámica con uno de esos artilugios actuales que no deja de sorprender a muchos. Una opción de la cámara del móvil que me ahorró el tiempo de sentarme en la computadora para unir las fotos.

    En el futuro quizás no tendremos la oportunidad de hacer las fotos desde este lugar. Lo más probable que será un sitio restringido para los visitantes.

    Una foto frente a frente con la esclusa de Agua Clara

    El uso del ferry también te da la oportunidad de observar las dos esclusas del canal en este lado, la de Gatún y la de Agua Clara.

    Me ubiqué en un sitio estratégico y esperé el momento hasta tener frente a mí a la esclusa de Agua Clara.

    Con un lente tele foto montado en la cámara, comencé a tomar las fotos. Es un momento de trance, una ceremonia dedicada a todo lo que observas. Durante unos minutos estuve poseído por el espíritu del fotógrafo. Concentrado en las imágenes que se forman en el tiempo.

    En momentos como ese, ruego que no se me acerque algún prójimo pidiéndome que le haga el favor de tomarle una foto con su móvil. Así que el momento se convierte en ceremonia y ruego para que todo sea perfecto, casi mágico.

    Mi ruego resultó, nadie se me acercó, siempre me pasa lo contrario.

    El resultado es la foto que verás a continuación. Un encuentro frente a frente con la esclusa en la nueva era, la era del canal panameño.

    Salí de mi trance y me despedí momentáneamente del ferry. Al regreso, tomaría otras fotos, pero no contaba con el estado del tiempo nervioso del área. Unas horas después todo estaba nublado, el cielo azul ahora estaba cubierto de nubes.

    Aunque no esperaba las nubes, me encontraba satisfecho. Mi ceremonia de despedida estaba completada. Me tocaba prepararme para darle la bienvenida al tercer puente sobre el Canal de Panamá.

  • Canciones de artistas panameños que puedes agregar a tu playlist

    Aquí te dejo 4 canciones de artistas panameños que puedes agregar a tu playlist.

    No haré un análisis de las canciones porque en la música todo es cuestión de gustos. Quizás has sido uno de los que te enfrentaste a tus padres por tus gustos musicales.

    Por esta situación se producen grandes batallas de gustos. Otros, en cambio, prefieren también adoptar la música que disfrutan sus progenitores.

    La siguiente lista muestra algo de eso. Los cambios inevitables de los gustos en el tiempo son como una ley de vida. Por otro lado, también está la adopción de las nuevas generaciones por el sonido añejo, le encuentran sabor y crean sus nuevas producciones, refrescando lo viejo.

    Lo más importante del momento actual es la colaboración de artistas veteranos con los nuevos, una combinación que puede generar sonidos interesantes.

    Playlist con pinceladas musicales de panameños

    Iniciamos con algo de reggae en español, con un sonido más cercano a las raíces del género.

    Séptima Raíz y Kafú Banton

    La canción se llama Vibración Natural, la interpretación es una colaboración de Séptima Raíz y Kafú Banton. Una canción con letra en positivo, de esas que levantan el ánimo.

    No te calles

    La siguiente canción es una colaboración que no me resulta extraña. Principalmente, porque ya hemos escuchado a Rubén Blades en otros géneros musicales que no es con los que inició su carrera de artista.

    La canción se llama No te Calles, una grabación producto de la colaboración de Rubén Blades y los mexico-americanos Making Movies. El tema fue por compuesto por Enrique Chi, Juan Carlos Chaurand, Andres Chaurand y Diego Chi.

    Te quiero

    Los siguientes artistas los vi un sábado por la tarde cantando en el Mercadito de la Ciudad del Saber. Soy de los que, cuando escucha música en vivo, se acerca a escucharla y en esta ocasión no sería diferente.

    Las presentaciones en áreas públicas tienen un atractivo especial, es muy genuino y el artista comparte con el público de una manera que no lo lograría en un gran escenario.

    La canción surge de una poesía del uruguayo Mario Beneditti, titulada Te Quiero. La versión es interpretada por Valeria Ovando y en la guitarra Eliecer Izquierdo.

    Doctor

    Cerramos la lista con una canción compuesta e interpretada por Carlos Vallarino. La primera vez que escuché a este artista fue por Youtube, después tuve la oportunidad de escucharlo en directo. El tema se llama Doctor, una canción con clave, con ese sabor añejo, pero con lo fresco de la juventud.

    Canciones de diferentes géneros con la participación de artistas panameños. Si te gustó alguna no dudes en agregarla en tu playlist. Todas las puedes encontrar en los diferentes servicios de música por demanda (straming).

    También compártela, está claro que ahora consumimos música de una forma diferente y una forma de descubrir melodías es si nos las comparten.

  • Visita la exposición El Golfo Mediterráneo de Panamá

    El Golfo Mediterráneo de Panamá: Conexiones Indígenas del Pacífico Panameño es una exposición temporal organizada por la Fundación Panamá Viejo con el apoyo de SENACYT.

    Toda noticia sobre nuevos estudios de la época prehispánica panameña me entusiasma. Es como el lanzamiento de una película de una saga.

    Cada investigación que permita conocer cómo se pobló nuestro país miles de años atrás nos dará luces sobre esas organizaciones sociales antes de la llegada de los españoles.

    Si quieres enterarte sobre estos nuevos estudios, te recomiendo que visites la exposición El Golfo Mediterráneo de Panamá: Conexiones Indígenas del Pacífico Panameño en el Centro de Visitantes de Panamá Viejo.

    La exposición

    El costo al público es de $3.00, la visita es autoguiada. El contenido incluye las últimas investigaciones realizadas en el Archipiélago de las Perlas. Revela la importancia que tuvo el Golfo de Panamá para los primeros pobladores.

    A medida que avanzas por la exposición, te adentras en un Panamá distinto en su extensión territorial. Unos segundos después de iniciado mi recorrido, un mapa me hizo detener; mostraba cómo era Panamá hace 18000 años. Nuestra famosa forma de S acostaba todavía no existía, a pesar de que ya el continente se había formado.

    Los primeros pobladores

    Mi imaginación comenzó a crear imágenes con las descripciones de los lugares, en Panamá, donde hicieron su hogar los primeros pobladores. Lo sorprendente es que, a pesar del mestizaje evidente en Panamá, una parte importante de panameños podemos estar conectados genéticamente con los pobladores de hace 10000 años.

    Fascinante fue el viaje por ese pasado panameño con las descripciones y los objetos que acompañan a la exposición. No es para leer rápido, es para saborear cada momento en el tiempo.

    Esta publicación es solo un avance, un «trailer», nada es como vivir la experiencia 3D. No puedes tocar los objetos fabricados miles de años atrás, pero es fascinante observar de cerca cómo fue su evolución. También cómo se conectaron los pueblos y cómo estaban divididos los territorios.

    Te la recomiendo al 100 %, tienes hasta el 9 de junio para no perdértela.

  • Casco Antiguo, una década después

    Casco Antiguo, una década después, es una especie de exposición fotográfica virtual. La idea surgió de forma espontánea, después de un mantenimiento en mi banco de fotos.

    Entre el grupo de fotos que revisaba encontré unas que tienen un significado especial. Las fotos las tomé en un photowalk al que se me ocurrió asistir hace más de 10 años. Por unas horas dejé mi costumbre de tomar fotos en solitario y me sumé a un grupo de personas que, como yo, disfrutan de tomar una cámara y detener el tiempo en una foto.

    El escenario fue el Casco Antiguo, para esa época todavía quedaba algo del aroma y sonido del barrio de las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado. Te invito a caminar por sus calles imaginariamente conmigo.

    El reencuentro

    El caminar por las calles angostas del Casco Antiguo es siempre un reencuentro con mi infancia y temprana juventud. De niño caminé por sus calles. Sus iglesias siempre fueron destino junto a varios amigos cuando nos enviaban a cantar las misas. Éramos del coro de la iglesia de Santa Teresita en El Marañón y regularmente en las tardes nos repartíamos entre todas esas iglesias.

    Aunque pasaron los años, seguí visitando el lugar. Uno de mis amigos se había establecido con su familia en uno de los edificios de la Plaza Herrera, que ahora es un hotel. Luego se mudó muy cerca, a una casa de madera que ya no existe. Pararme en sus aceras era lo acostumbrado para esas charlas animadas y llenas de sueños de juventud.

    El plan

    El plan era muy simple: volver y tomar las mismas fotos. El Casco Antiguo está en una restauración que nunca termina. Aunque ya son muchas las estructuras restauradas, todavía quedan otras que están en el proceso de su regreso triunfal. Por eso te llevas la sensación de que siempre están en obras.

    ¿Después de más de 10 años habrá muchos cambios? Entérete a continuación.

    Plaza Herrera

    Era evidente que las primeras fotos las tomaría en la Plaza Herrera. Me alejé completamente del grupo y me detuve en el lugar donde estaba la antigua casa de madera — Ave. A —. Con cada foto que hice, intentaba viajar al pasado, recordando los buenos momentos que pasé con mis hermanos — amigos—. Bien lo dijo Rubén Blades en una de sus canciones: «nacimos de muchas madres, pero aquí todos somos hermanos».

    Tomé fotos hacia el edificio que queda al lado donde estaba el desaparecido caserón de madera donde vivía mi amigo. Ahora es uno de los lugares más visitados en el Casco Antiguo; lo llaman Casa Casco. En el momento en que tomé la foto, hace 10 años, lucía abandonado. Yo lo conocí siendo una estructura viviente. Ahora te invito a que viajes por el tiempo.

    La siguiente foto es de un cruce muy transitado en la Plaza Herrera, casi una ruta obligada cuando visitamos el Casco Antiguo. Podrás observar un cambio dramático en la plaza, tres de los edificios ahora lucen impecables. Son como adornos que ahora embellecen el lugar.

    Muelle Fiscal

    Otra parada obligatoria fue el muelle fiscal. Un sitio de mucha actividad y por el que acostumbraba a pasar cuando iba a la Catedral — Ave. Eloy Alfaro —. Las fotos las hice desde un parque de juegos a unos metros del puesto de control de la guardia presidencial. Es de mis favoritas, el paisaje cambió totalmente. La vista del Mar del Sur ahora es interrumpida por el tramo marino de la Cinta Costera 3 y donde antes había agua y puerto, ahora está el Parque V Centenario.

    No pude tomar la foto desde el mismo ángulo, me tuve que arrimar lo más que pude a un nuevo local de diversión ubicado cerca del lugar donde la tomé anteriormente.

    Hacia Catedral

    Otra de las casas que está por lucir como en sus mejores tiempos es una que se encuentra en la calle que acostumbraba a transitar para llegar, por el lado de la sacristía, a la Catedral — Calle 8a —. Está justo antes del Centro de Salud. Cuando tomé la foto, sus balcones daban la impresión de que colapsarían en cualquier momento. Hoy los comercios en su planta baja le inyectan la vitalidad que tuvo en épocas pasadas. La cubierta en los balcones es indicador de que siguen los trabajos de restauración.

    Escribo y no dejo de extrañar lo vivo que era el barrio y la vitalidad que le imprimían sus habitantes, un recuerdo con una emoción para siempre.

    La recuperación de las estructuras del Casco Antiguo da paso a un nuevo comienzo. Ahora las nuevas generaciones disfrutan de sus plazas de otra manera. Caminan por sus calles, no de la misma manera que lo hice yo junto a mis amigos en tiempos pasados. Aunque no tengo duda de que lo hacen con cariño, por el Sitio del Ancón, el lugar donde comenzó todo.

    El Callejón

    El Callejón — Calle 2da — es una de las calles de acceso a la Plaza de Francia. En ese lugar hice una parada para hacer unas fotos. El paisaje había variado poco, todavía quedaba algo del barrio popular. Las puertas de madera que reflejaban el paso del tiempo. Las paredes suplicando una capa de pintura y los adoquines en la calle que ya habían cedido por agotamiento, todo producto por la falta de mantenimiento, pero con ese sabor añejo que hasta cierto punto tiene algo de belleza.

    Justo al lado de la casa a la que hago referencia está una de las pocas casas de madera que sigue en pie.

    En este regreso ya las puertas de madera no están y las protecciones para los que transitan cerca anuncian una restauración. El edificio de madera de al lado sigue intacto, solo un retoque de pintura hace la diferencia.

    En el Casco Antiguo siguen las restauraciones, pronto otros inmuebles volverán a recibir personas, lucirán sus mejores galas con un toque del pasado, para acercar a las nuevas generaciones al Panamá de ayer.

  • Centro de Interpretación de la Ciudad del Saber

    El Centro de Interpretación de la Ciudad del Saber nos sumerge en un viaje en el tiempo, desde los antecedentes del lugar hasta nuestros días.

    El recorrido, aunque es autoguiado, no resulta complicado. Los escritos de la exposición permanente han sido redactados con cuidado para sumergirnos efectivamente en un viaje al pasado.

    La hoy Ciudad del Saber fue antes uno de los fuertes construidos para la defensa del Canal de Panamá por el gobierno de los Estados Unidos. El fuerte Clayton, como se le conoció en esa época, es hoy el escenario donde científicos, empresarios, artistas, organizaciones sin fines de lucro y organizaciones internacionales convergen para desarrollar iniciativas de cambio social.

    Una vivienda que nos conecta con el pasado

    El Centro de Interpretación está ubicado en una de las viviendas residenciales de la antigua base militar. En su restauración tuvieron el cuidado de mantener, en su gran mayoría, el aspecto de su construcción en 1922 — hace 102 años —. La casa fue residencia del comandante del fuerte Clayton.

    Después que pasas la recepción quedas en la sala comedor, es la primera interpretación a la que te enfrentas. Los muebles, lámparas y accesorios rápidamente te ubican en la época en que se construyó la vivienda. Un espacio que nos da una idea de parte del estilo de vida de los antiguos residentes.

    La exposición permanente

    Aunque una buena parte de la vivienda se mantiene como en la época de su construcción, algunas áreas tuvieron que ser adaptadas para su funcionalidad actual. Una de ellas es el área de exposición permanente.

    La exposición permanente hace un recorrido desde los antecedentes del área con la construcción del ferrocarril. La época como base militar y algunos de los conflictos que produjo la presencia militar estadounidense en el país.  Descripción del casco antiguo de la base y su arquitectura, para luego terminar con la concepción y desarrollo de lo que hoy conocemos como Ciudad del Saber.

    El Centro de Interpretación está abierto al público general los días lunes, miércoles, jueves y viernes de 10:00 a.m. a 5:30 p.m., no abre los domingos. El costo para nacionales y residentes es de $3.00, para no residentes es de $5.00. Tercera edad y estudiantes con identificación, el costo es de $2.00. Niños menores de 12 años entran gratis.

    El tercer sábado de cada mes está abierto de 11:00 a. m. a 6:00 p.m. y la entrada es gratuita.

    Ubicación: Calle Gonzalo Crance, edificio 173.

    Teléfonos: 306 3787 /3788

  • Baile guna en el Casco Antiguo

    El baile guna es uno de los que más he tenido la oportunidad de observar, principalmente porque acostumbraban a ensayar en lugares públicos en tiempos pasados.

    Mientras caminaba por el Casco Antiguo tuve la oportunidad de volverlos a ver en la plaza de la Independencia. Los gunas son uno de los siete pueblos originarios -indígenas- panameños.

    Yo venía de visitar el Museo del Canal cuando el sonido inconfundible del gamu purrui, la flauta que usan los gunas,  acompañadas con el nasi (maracas),  me anunciaron que había algún baile cercano.

    Ya el reloj marcaba las 12 del mediodía y buscaba donde comer, pero el encuentro provocó una pausa y comencé a preparar la cámara.

    Bailando con los gunas

    Estuve tentado a grabarlos en video, ya el baile había iniciado, pero preferí las fotos. Los participante eran de diferentes edades lo que agregó un ingrediente más interesante a las fotos.

    Mi decisión fue detener en el tiempo ese momento de expresión corporal que produce el baile y la ejecución de un instrumento. Esa expresión puede variar entre el disfrute por lo que se hace o la seriedad por hacer un buen trabajo ante el público que se detuvo a conocer parte de la cultura guna (kuna).

    Tomé la cámara y comencé a tomar fotos como si estuviera bailando con ellos. En cada toma anticipaba el momento al recordar esos ensayos que observaba años atrás en la Plaza de Francia.

    Fue un placer combinado, tomar fotos y al mismo tiempo seguir el ritmo de sus pasos.


    Colores y baile

    Los vestidos de los gunas, principalmente el de las mujeres, son un disfrute visual. Los diseños de las conocidas molas son hipnotizadores.

    El contraste que logran con los colores que utilizan en la ropa, la convierte en el mejor vestido para su danza. Una experiencia visual que siempre disfrutaré.

    Una pausa dio paso a otro baile con más integrantes, lo que me permitió grabar unos segundos de audio para agregar a un video que hice con algunas de las fotos. El video lo publiqué en Instagram.

    Intento con las fotos compartirte el esfuerzo de estas personas por no solo compartir sus tradiciones, sino también documentan el traslado de ese conocimiento a sus nuevas generaciones.

    Baile Guna – Galería

  • Disfrutando el Carnaval Acuático de Penonomé

    El Carnaval Acuático de Penonomé lleva varias décadas realizándose y ya es parte de la tradición en las fiestas carnestolendas en esta región.

    Lo acuático es por el desarrollo de un desfile de balsas en el balneario conocido como Las Mendozas. En cada balsa van las princesas de cada una de las comparsas, que en tiempos pasados eran el atractivo principal de las fiestas del Carnaval, ahora compite con los conocidos culecos.

    Alegorías en el río

    Las balsas son adornadas y se asemejan mucho a los carros alegóricos que comúnmente vemos en los desfiles. El caudal del río Zaratí, uno de los más importantes del distrito cabecera de la provincia de Coclé, es el encargado de mantener las balsas a flote mientras varios jóvenes se encargan de desplazarlas para que el público pueda apreciarlas.

    Con mucha inspiración, los artesanos logran crear balsas con vistosas alegorías que sirven de tarima a las princesas que representan a las comparsas de los diferentes barrios de Penonomé.

    Balsas vs culecos

    Aunque el desfile de balsas del Carnaval Acuático de Penonomé se desarrolla luego de terminados los culecos, para muchos pasa desapercibido.

    El jolgorio se desarrolla en las calles y se lleva casi todo el protagonismo, pero los que se acuerdan, se acercan a Las Mendozas para disfrutar de uno de los desfiles más vistosos y únicos de los carnavales de todo el país.

    El desfile

    El recorrido del desfile es corto, inicia unos metros antes del balneario para luego pasar cerca del público que se aglomera a orillas del río y en las facilidades de Las Mendozas. Luego cada balsa con las princesas se desplaza hacia una tarima que se encuentra al otro lado del río, mientras una murga panameña las recibe con tonadas alegres.

    Cada princesa termina su recorrido en la tarima, lugar donde se reúnen todas mientras la murga pone a bailar a todos los presentes. El final siempre será el mismo, cada comparsa afirmando que su princesa fue la mejor. Para los que asistimos, un total disfrute, apreciar una actividad diferente, vistosa y muy de Penonomé.

    Felicitaciones a todos los que se involucran activamente para brindarnos un espectáculo digno de un carnaval.

    Galería de fotos

  • Mil Polleras y más folclore

    Mil polleras y más folclor es la experiencia vivida en cada versión del Desfile de las Mil Polleras. Con el paso del tiempo se ha constituido en una de las expresiones folclóricas con mayor participación.

    En lo personal, es la oportunidad de captar imágenes que no solo muestran la belleza de la pollera panameña, sino también muestran diferentes aspectos de nuestro folclore, ese que nació producto de las costumbres colectivas en diferentes partes del interior del país.

    Una experiencia para todos los sentidos

    Una vez me preguntaron por qué asistía cada año, si siempre tomaría las mismas fotos, respondí que mi experiencia no solo se resume en tomar fotos, para mí es el momento de vivir con todos mis sentidos, la esencia de ser istmeño.

    La experiencia es un recorrido por la gastronomía, formas de vestir, artesanías y música, todo nuestro folclore en un solo lugar. Así que al tomar la cámara intento obtener imágenes que transmitan esa experiencia, resumida en mil polleras y más folclor.

    Un carnaval folclórico

    Me comentaba una amiga, cuando tuvo su primera experiencia en el Desfile de las Mil Polleras, que parecía un carnaval, por la alegría con que se desarrolla la actividad. La diferencia es que todo lo que se ve y se escucha son expresiones folclóricas.

    Aunque si nos remontamos al pasado, así se vivía el carnaval, sin las enormes tarimas, con música popular a todo volumen. El tamborito se tomaba las calles y el perfume formaba parte de la mojadera.

    Lo mejor de todo es que se realiza en Las Tablas, uno de los escenarios más populares para los carnavales

    Toda una experiencia

    El tiempo se me hace corto, se convierte en toda una aventura por tratar de aprovechar el sol de la mejor manera posible. Todo un dilema si es muy fuerte y triste cuando noto que va disminuyendo, lo que me avisa que pronto terminará mi día dedicado al folclor.

    Al final quedó ese pequeño testimonio fotográfico como un homenaje a la participación animada de miles de panameños. Aquí te dejo algunas imágenes de aquella experiencia: mil polleras y más folclor.

    Galería de fotos

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