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  • Sal si puedes – Salsipuedes

    Sal si puedes – Salsipuedes

    Salsipuedes es una calle que queda en Calle 13 Este, a pocos metros del parque de Santa Ana en la Avenida Central.

    Esta calle cargada de historia nace en la época colonial, cuando fue construido el Casco Antiguo en el siglo XVII. Era parte del arrabal, el barrio popular de aquella época.

    Era una de esas calles temidas, donde pocos mortales se atrevían a pasar, un sitio peligroso y es de donde nace su nombre. “Sal si puedes”, si entrabas era muy difícil de que salieras con vida.

    La legendaria Salsipuedes

    La antigua ciudad ya tenía su zona roja, un área que de seguro había que evitar.

    Las dos últimas décadas del siglo XIX trajeron buenas nuevas para Salsipuedes, la leyenda de área peligrosa había quedado en el olvido y nuevos edificios fueron construidos en los alrededores de la legendaria calle.

    En 1884 y 1894 fue presa de incendios, como para no olvidar lo peligroso que fue el sector popular.

    Con la llegada de inmigrantes chinos a finales del siglo XVIII, la calle se convirtió en una importante arteria comercial, donde prácticamente se podía encontrar de todo. Para la década del 40 del siglo pasado ya se reportaba un gran número de buhoneros en la calle.

    Hasta la década del 70 del siglo pasado era sitio obligado de los compradores. Recuerdo que en compañía de mi abuela hice algunas visitas a este corredor lleno de gente. Rememoraba un poco su histórico nombre, pero en este caso era por lo difícil de transitar con tanta gente.

    En la actualidad, la mayoría de los buhoneros no son chinos, ahora puedes encontrar artesanías y accesorios para polleras, vestidos folclóricos, revistas y otros tipos de artículos.

    Travesía por el Casco

    Si no la conoces, te invito a que hagas la travesía desde el Casco Antiguo, así como lo hicieron nuestros antepasados. Pasando por la Avenida Central, muy cerca donde quedaba la Puerta de Tierra, por la Iglesia de La Merced. Continúas por la Avenida Central hasta llegar al Parque de Santa Ana. La primera calle que encuentres a mano derecha es la entrada al famoso Salsipuedes. Un par de puestos de buhonería te anunciarán que llegaste.

    Del lado de las aceras encontrarás a los buhoneros, la calle termina atravesando la Avenida B, justo al encuentro de la Avenida Eloy Alfaro. Al frente quedaba el antiguo Mercado Público, donde hoy encontramos el Parque Quinto Centenario.

    Referencias:
    La ciudad de Panamá – Angel Rubio
    El Casco Antiguo de Panamá – Eduardo Tejeira Davis

    Artesanías en Salsipuedes

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  • Lugar de encuentro

    Lugar de encuentro

    Por más de un siglo, la Plaza de Santa Ana fue lugar de encuentro de los panameños, en ella se desarrollaba la red social de la gente del barrio.

    Era el lugar para los chismes, hablar de política, del costo de la vida y en donde se planteaban ideas que solucionaban todos los problemas del país.

    Es que si por nosotros fuera no hubiera hambre en el mundo, digamos que las palabras resisten todo y que de lo dicho al hecho hay mucho trecho. En fin, este encuentro hacía que cobrara vida al sector.

    En esta plaza se hacían retretas y por sus calles aledañas pasaban desfiles. También pasó el antiguo tranvía y en 1989, frente al histórico lugar, fue golpeado el exvicepresidente Billy Ford en la época de la dictadura militar.

    En los alrededores quedaban los principales teatros locales, lugar donde se estrenaban las mejores películas. Si en la actualidad los panameños vamos al mall, en el pasado el lugar predilecto era Santa Ana.

    Actualmente, la plaza sigue viva. El tráfico por una de sus calles, la Calle 12, sigue pesado con el paso de buses y taxis.

    En la plaza encuentras a panameños, no tan jóvenes, charlando como lo hicieron sus abuelos. Algunos con cartuchos de compras, antes del regreso a casa, no puede faltar ese encuentro con los amigos en la plaza.

  • Algo más que un viejo balcón de barrio

    Algo más que un viejo balcón de barrio

    Es curioso leer cómo visualiza un visitante a la gente del barrio panameño, en este caso el Casco Antiguo y Santa Ana, pero más curioso es que esta apreciación es del año 1856 y parece que fue escrito pocas décadas atrás.

    En un escrito sobre Panamá, el vicecónsul inglés Charles Toll hace referencia a la relación del panameño con el balcón de barrio, comentaba en ese momento:

    Esos balcones son todo para los panameños, pues les sirven a la vez de jardín, paseo, sala de recepción y frecuentemente para muchas cosas … por la apariencia que muchas de estas cosas presentan un extranjero puede pensar que esos balcones son lavanderías corrientes y los secaderos de la ciudad.

    100 años después

    Han pasado más de 100 años y todavía podemos encontrar uno que otro tendedero en los balcones. Como deja en evidencia el escrito, esta es una costumbre que viene de décadas.

    En un recorrido por el Casco Antiguo buscaba uno de estos tendederos para tomarle foto. La misión no fue fácil, caminé por unas dos horas y cuando estaba por darme por vencido, lo encontré.

    En la Calle Octava Este estaba el balcón, con las mismas características de antaño, con esa hermosura del viejo barrio. Su belleza no es visual, esa belleza estaba en la gente que habitaba estos cuartos de alquiler.

    Dentro del apartamento no había mucho espacio, solo cabía una cama y una pequeña mesa de comedor. Aun así, una familia completa lo habitaba.

    Como el techo era alto, algunos inquilinos optaban por construir un altillo que hacía las veces de recámara y con esto ganar más espacio. Otros preferían colocar una cortina para separar la cama del área de comedor.

    El baño era comunitario; si querías bañarte, tenías que salir del apartamento con tu toalla y jabón., generalmente era ubicado cerca del patio.

    En esos cuartos la familia lloraba sus penas y celebraba sus pequeños triunfos. Aunque el dinero no alcanzaba para muchas cosas, estudiar era una obligación. Dentro de esas humildes paredes era evidente la pobreza, pero al entrar solo se respiraba esperanza.

    No hacía falta seminarios sobre superación personal, la vida de barrio era la mejor conferencia magistral, siempre te daba una lección, te enseñaba a no rendirte, a convertirte en tu propio héroe y a lograr tus sueños.

    Al señor Toll le faltó esa vivencia, si hubiera vivido en los 70 del siglo pasado, para completar su escrito. De seguro hubiera encontrado la belleza que guardaban esos balcones.

  • El arrabal reacciona ante la muerte del Cholo Victoriano Lorenzo a principio de siglo

    El arrabal reacciona ante la muerte del Cholo Victoriano Lorenzo a principio de siglo

    En el año 1903, después del fusilamiento de Victoriano Lorenzo, el 15 de mayo, el pueblo lloró su muerte y reclamó justicia por el cholo coclesano.

    El escenario fue el arrabal, en la plaza de Santa Ana, el pueblo consideraba a Victoriano como uno de los suyos.

    Protestas por fusilamiento

    La mayor parte del público que presenció su ejecución era santanero. En las tertulias en el parque, el pueblo pide que se reivindique el nombre del cholo, considerando su fusilamiento como una injusticia.

    En las referencias no encontré la fecha de este evento, lo que sí es seguro, es que fue días después del fatídico día.

    Fue una protesta con libertad limitada, ya que un grupo de guardias fue acercándose al observar lo que estaba pasando.

    Este acontecimiento es testimonio de lo que representó el parque para los habitantes del arrabal. Lo que en la época colonial se consideró el extra muro o el Panamá Afuera.

    Santa Ana se convierte en el sitio de reunión, el lugar para las protestas, en sede de movimientos sociales. Aunque en un principio estas actividades eran impulsadas más por las emociones del momento y no por movimientos organizados.

    Era el lugar para la tertulia, para el comentario de barrio, donde se expresaba lo que se sentía, expresión auténtica donde no había riqueza, pero sí esperanza por un mejor Panamá.

    Para esa época la mayoría de los pobladores eran negros libertos e indígenas, luego llegan inmigrantes de China e India.

    Siempre veía en mi abuela, mi madre de crianza, un brillo en los ojos cuando me hablaba de Santa Ana recordando sus tiempos de juventud. Me contaba con alegría, más que nostalgia, cuando asistía a los desfiles y retretas que se realizaron en este sector.

    Aunque Santa Ana no es parte del conjunto monumental del Casco Antiguo, solo su plaza e iglesia son monumentos históricos, igual valor adquiere este sector para los panameños. Esperamos que algún día se le otorgue la importancia que merece.

    Referencia: Panamá en sus usos y sus costumbres – Stanley Heckadon Moreno

    https://flic.kr/p/bV2mbM

  • Parque Internacional La Amistad

    Parque Internacional La Amistad

    El parque Internacional La Amistad es un parque fronterizo entre Panamá y Costa Rica. Esta extensión territorial es de unas 401 hectáreas y es administrada por los dos países.

    Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1983. Del lado panameño se extiende en áreas de Bocas del Toro y Chiriquí ocupando unas 207 hectáreas.

    Características

    Al visitarla podrás apreciar lo que es una selva tropical con una alta biodiversidad. Dentro de ella se han identificado unas 550 especies de aves, también se han visto pumas, jaguares y diferentes tipos reptiles.

    Para visitarla te recomiendo la ruta desde Cerro Punta, provincia de Chiriquí. Será un viaje con un paisaje donde no tendrás más remedio que detenerte varias veces para tener un recuerdo fotográfico. Los hermosos paisajes te recordarán la importancia de conservar la naturaleza.

    El PILA, como también se le conoce al parque Internacional de la Amistad, tiene varios senderos por los que podrás conocer de cerca las características de una selva de este tipo.

    Si no tienes mucho tiempo, hay un sendero que podrás recorrer en unos 15 minutos. Los guardaparques te podrán orientar sobre las diferentes rutas y el tiempo promedio de recorrido. También existe un área para acampar.

    Conservar este tipo de parques nos garantizan que estos sectores se conviertan en el pulmón de un planeta Tierra que cada vez se ve más amenazado por las costumbres no conservacionistas del hombre.

    Protejamos nuestros parques naturales.

    Arboles en el parque

  • Talco al sol

    Talco al sol

    Con la técnica de talco al sol, las artesanas panameñas hacen las labores que le dan colorido a uno de los tipos de  pollera panameña de gala. Es uno de los estilos más recientes utilizados para la confección de la pollera.

    Primero se preparan los diseños que serán plasmados en la pollera, luego se cortan esos diseños en tela de percal para luego ser sobrepuestas y cocidas sobre tela blanca.

    En el caso de las polleras, en las fotos se utilizaron telas de color rojo en la camisa y en el pollerón. La técnica la han perfeccionado de tal manera que no se notan las puntadas.

    Diseños para talco al sol

    Generalmente, los diseños representan flores y hojas. Para los detalles internos de las flores utilizan un calado, pero ese es tema para otra publicación.

    La técnica también la bautiza con su nombre, en este caso, pollera de talco al sol.

    *Foto de portada tomada en el Desfile de las Mil Polleras del año 2013

    Talco al sol

    Talco al sol

    Pollera talco al sol
    Foto en el Desfile de las Mil Polleras del año 2013
  • La Negrita, otro sitio con historia

    La Negrita, otro sitio con historia

    En un intento por seguir el camino recorrido por Victoriano Lorenzo, cholo panameño que luchó en la Guerra de los mil días. Nos fuimos al poblado La Negrita con el objetivo de conocer de cerca el territorio donde ubicó su cuartel.

    Luego de tomar la calle de la Avenida Central de Penonomé tomamos la primera calle a la derecha, ruta que nos llevaría a la zona montañosa donde está La Negrita. La carretera está en muy buenas condiciones y el paisaje hace muy placentero el viaje.

    Después de unos cuantos kilómetros nos encontramos con un letrero que nos avisaba que debíamos tomar una calle a la izquierda de la carretera principal para poder llegar a nuestro destino.

    Minutos después avistamos una escuela, una pequeña iglesia y algunas casas. Todas en una ruta montañosa.

    La Negrita

    Al preguntarle a una señora que estaba cerca del centro religioso sobre donde estábamos, nos contestó que en La Negrita. Habíamos llegado a nuestro destino.

    Desde este sector, Victoriano y su grupo se reorganizaron después de la derrota en el Puente de Calidonia. En unión de Belisario Porras, que años más tarde fue presidente de Panamá, combatieron y lograron vencer a los conservadores en varios pueblos del interior del país.

    Era el año 1901, época en que estábamos unidos a Colombia.

    Las montañas de color verde intenso anuncian la llegada de la época lluviosa. Al ver el paisaje, es fácil imaginar por Victoriano ubicó en este sector su cuartel.

    La geografía hacía fácil divisar a quién se acercara. En este mismo sector se encuentran las trincheras para defender el cuartel que en su tiempo colocaron los combatientes del grupo de Victoriano. Todos del bando liberal liderado por Belisario Porras y otros generales.

    Hoy es un pueblo tranquilo, pero a inicios del siglo pasado vivió la intensidad de una guerra en la que se vieron involucrados miles de panameños que buscaban una sociedad donde vivir con más equidad y paz.

    Iglesia La Negrita

    Ambiente de campo

    Montañas de Coclé

  • El Marañón, otro de los barrios del Panamá Afuera

    El Marañón, otro de los barrios del Panamá Afuera

    “Este es el barrio donde yo nací, el rinconcito donde yo viví” dice Samy Marrero en el tema salsoso “Mi barrio”, no cabe duda que de esa forma recordamos ese terruño donde fuimos formando nuestro carácter.

    Anteriormente, te comentamos que el Panamá Afuera fue creciendo, uno de esos sectores fue Calidonia. Territorio que se extiende desde la Avenida Central hasta el Mar del Sur, al oeste, la calle 3 de noviembre y hacia el este, lo que se conoce como La Exposición.

    Uno de sus barrios pintorescos era El Marañón, sus casas de madera, construidas en la época de la construcción del Canal Interoceánico, le daban ese toque nostálgico de principio de siglo. En esas casas podías encontrar puestos de venta de verduras y de frituras. Recuerdo a mi abuela intercambiando cartuchos por unas cuantas verduras donde Ñampí, hombre afroantillano que tenía su venta en una casa de madera muy cerca de donde quedará la estación del Metro del Marañón.

    La 24

    Esa es la Calle 24, detrás de la Pedíatrica de Justo Arosemena había otra casa de madera, en esta se vendía frituras, el puesto se conocía como Maritza Patacón, al menos así la bautizaron mis amigos. Varios quintales de plátano eran procesados todos los días que combinado con carne frita o pajarilla era el plato favorito de los clientes. Para no atorarse con ese rico platillo de barrio tenían a la venta cervezas hechas en USA que de alguna manera conseguían en la antigua Zona del Canal.

    Por la 24, caminando hacia la Justo Arosemena podías divisar el Chalet Roxy, otra casa de madera donde quedaba una legendaria cantina. En esa acera había una venta de morcilla y domplín, muy cerca estaba la venta de pescado en escabeche, una de las tantas delicias del barrio para chuparse los dedos. Todavía no he podido encontrar un restaurante que tenga esa sazón. Actualmente, puedes encontrar la venta de morcilla, una de las pocas cosas que quedan.

    La 25

    La Calle 25 era el área comercial del barrio donde podías encontrar de todo, farmacias, zapateros, barberías, restaurantes, clínicas, malteadas y la disco tienda, el Palacio Musical, lugar donde comprábamos los éxitos de los Combos Nacionales y lo mejor de la FANIA.

    El mercadito

    El Mercadito de Calidonia estaba a pocos metros, en una calle que atravesaba la Calle 25, muy cerca de la Avenida Central. Era el favorito de mi abuela para comprar carne de res y gallina. Todo era fresco, del día, las mañanas de los domingos había mucho movimiento en ese sector, eso sí, todo antes de jugar la lotería.

    Desde la esquina de esa acera, en la 24 (calle) se podía ver la Casa Muller, un edificio de madera, lugar donde en tiempos pasados se establecieron los mejores almacenes de la ciudad.

    Los sábados el barrio se llenaba de música, los mejores éxitos de salsa se escuchaban salir de las casas de madera y de las rentas (edificios de alquiler construidos por la Caja del Seguro Social en la década del 40 y 50 del siglo pasado).

    No todas las personas eran ángeles, había algunos que prefirieron una vida negativa. Fuimos testigos, a pesar de los consejos, de su negativa a seguir un camino hacia un mejor porvenir.

    En la Avenida México está la pequeña Iglesia Santa Teresita, todavía en pie, justo enfrente de lo que era la Renta 10, parroquia donde se bautizó, casó y se despidió a la gente del barrio.

    Era un barrio de gente humilde, alegre y trabajadora, ninguno de sus habitantes perdió las esperanzas de mejores días y siguió apostando por la educación de sus hijos. Éramos criados por muchas madres, donde el vecino era parte de tu familia y los amigos, tus hermanos.

    Así era el antiguo barrio del Marañón, otro de los barrios que nació con la República, lugar donde la única raza era la panameña y donde muchos panameños vivimos inolvidables momentos.

    Casas de madera del Marañón

    Casas de maderas, en el barrio del Marañón, estaban ubicadas detrás de la Pedíatrica de la avenida Justo Arosemena. Foto el año 1960.

    Antigua Iglesia Santa Teresita en el Marañón
    La del centro es la antigua Iglesia Santa Teresita en el Marañón
  • Un encuentro histórico en El Valle de Antón

    Un encuentro histórico en El Valle de Antón

    El Valle de Antón es un pequeño pueblo a unas dos horas de la Ciudad de Panamá. Cuenta con un generoso clima y una fauna digna de admirar.

    Aunque pequeño, es un pueblo muy pintoresco, con varios lugares para visitar y con una historia que se remonta a la época precolombina. Sus calles fueron testigos de eventos importantes de nuestra historia.

    El encuentro

    Un 24 de mayo, en el año 1901, se produce un evento histórico en este pueblo. Formalmente, se encuentran Victoriano Lorenzo y Belisario Porras. Este encuentro anuncia la avanzada de este grupo de liberales hacia la ciudad de Panamá.

    Los dos caudillos panameños caminaron por las calles del pueblo, quizás pensando en un mejor porvenir para los panameños. Donde se pudiera progresar y lo más seguro es que soñaron con el día en que Panamá fuera independiente.

    Este encuentro se produce luego de un llamado hecho por Porras a Victoriano. De aquí partieron a la Ciudad de Panamá en medio de lo que se denominó La guerra de los mil días. Una lucha entre liberales y conservadores que inició en la Gran Colombia y que se extendió hasta tierra istmeña.

    La avanzada terminó en la batalla del Puente de Calidonia, donde Belisario y Victoriano tuvieron que anunciar la retirada ante la inminente derrota, pero de eso hablaremos en otra publicación.