El río Zaratí está ubicado en la provincia de Coclé, es un afluente del río Grande y tiene una extensión de 47.59 km. Para los penonomeños el río es parte de su pasado y de su presente, un eterno protagonista de los acontecimientos del histórico pueblo. En lo personal, siempre me trae felices recuerdos, entérate porqué.
Mi primer encuentro
Mi primer encuentro con el río Zaratí fue desde muy temprana edad, pudo haber sido como a los 7 años de edad. Fui en compañía de mi madre a una sección del río que llaman El Paso de los Hombres, me imagino que te despierta curiosidad el nombre, no te dejaré con la duda.
Cuentan que el nombre El Paso de los Hombres surge porque en tiempos pasados, en esa área, solo se bañaban los hombres como Dios los trajo al mundo. En pelota, en cuero, sin nada de nada disfrutaban de las aguas frescas del río.
En mi época ya eso era un leyenda. Cada vez que fui al Paso de los Hombres era como estar en el paraíso, unos frondosos árboles daban algo de sombra y el sonido del viento atravesando sus ramas era como una banda sonora de una escena de aventura en la que yo era el protagonista.
Esa parte del río es más angosta, por eso un par de años después fue el lugar escogido por mí para pasar al siguiente nivel de un amante de los ríos, nadar. Yo visitaba Penonomé en la época de vacaciones escolares y visitar el río se convirtió en una de las partes más divertida de mi visita.
A nadar
Ya sabía flotar, pero no había dado el gran paso. Para ese momento ya iba al río junto a los muchachos del barrio de San Antonio, la mayoría de corta edad como yo. El día que me atreví, los muchachos me esperaban al otro lado del río. Después de tantos gritos motivadores me lancé, al poco tiempo estaba del otro lado y en ese mismo momento mis motivadores se lanzaron de regreso.
Agarrado de unas de las rocas todavía no salía del susto después de la heroica travesía de unos cuantos metros. Los muchachos me gritaban que volviera, pero de repente mis músculos no respondían a mis ganas de regresar. Cuando vi que se alistaban para irse me di cuenta que me enfrentaba al inevitable retorno por mis propios medios. Me lancé y mi temor se convirtió en el disfrute de muchos años en las aguas del río de muchos nombres, el Zaratí.
Uno de los muchachos de la época – recuerda que aunque pasen los años somos muchachos – siempre que puede me recuerda aquella aventura del cruce del río. Nos vemos una vez al año como mínimo y ese es su cuento favorito.
Ubicación aproximada del Paso de los Hombres
La Peña
Otra sección del río se puso de moda, en esta captaba la atención una enorme peña que funcionaba como plataforma para lanzarse al río. Sin duda, en cada visita a Penonomé me esperaban nuevas aventuras y retos en el río. Para mí era como una secuela de un película de acción.
Después de ver a tantos disfrutar al lanzarse al río desde la peña, no me quedó más remedio que subirme y lazarme desde poca altura. La primera lanzada fue aparatosa, pero fui afinando el asunto hasta que se convirtió en algo cotidiano. El paisaje era un poco diferente al Paso de los Hombres, en La Peña el río era más ancho y no había árboles a la orilla de río.
Recuerdo que disfrutaba mucho sentarme sobre el tubo inflado de una llanta y dejar que por momentos la corriente del río tomara el control. Los muchachos se las arreglaban para reparar tubos viejos y así asegurar muchas horas de sana diversión en el río. Siempre había un buen samaritano que me prestaba un tubo para que no dejara de vivir la experiencia.
Ubicación aproximada de La Peña
Las Mendozas
Las Mendozas es la sección del río más conocida por su balneario que le da su nombre. Es escenario recurrente del famoso Desfile Acuático del sábado de Carnaval. Hubo una época donde se presentaron populares grupos musicales internacionales de música tropical. En estos tiempos solo permanece el desfile, una tradición que no dejan morir los lugareños.
También sigue siendo un lugar para disfrutar de las aguas del río. Su facilidad de acceso le ha permitido continuar en la memoria de muchos.
Ubicación de Las Mendozas
La Angostura
En esta sección el paisaje es diferente, las paredes rocosas le agregan cierto dramatismo, sin perder belleza. Escuchaba a los muchachos hablar de ella y me causaba cierta envidia por no conocerlo. A las otras partes del río podía llegar caminando, pero La Angostura estaba muy distante, superaba la dimensión de mis travesuras.
La recordada compositora coclesana Gladys de la Lastra la inmortalizó en una de sus tamboreras más populares. El coro dice: Serpiente de plata me parece el río, eres Angostura el encanto mio.
Garganta del Zaratí, así la describe y así la visualizo. Cuando pude visitarla fue como si ya la conociera, mejor no la pudo describir Gladys. Sus tonadas son casi obligatoria en toda celebración en Penonomé y llena de orgullo a todo penonomeño.
Ubicación aproximada de La Angostura
El río de muchos nombres, el río Zaratí
Para mí es El Río de Muchos Nombres, aquel que en sus aguas pasé los mejores momentos de mi infancia, aunque solo fuera en las vacaciones escolares. Momentos increíbles de sana diversión junto a muchachos de mi generación. Llegaba a casa de mis tíos quemado por el sol y pidiendo comida después de jornadas de diversión extrema.
Fue mi balneario natural, uno que todavía no han podido superar.
Interpretación de la tamborea La Angostura por la murga Son Selectos en el carnaval de Penonomé, en El Manguito.